Él sólo quería dejar de sufrir.
Mostrarles su dolor...
"El que hace una bestia de si mismo se deshace del dolor de ser hombre".- Samuel Johnson.
Portada hecha por Muaapink
Mientras corro choco con alguien que, aparentemente, tiene más masa muscular que yo.
Malcom.
- ¿Qué pasa, humano?- con todas sus fuerzas intenta que deje de moverme para escapar.- Ya calmate.
Intento respirar correctamente y luego me dirijo a él.
- Nada, sólo unos problemas de poca importancia.- acomodo mi cabello tratando de sonar natural y normal.
- ¿Eres tonto o prácticas para un premio? Te estoy viendo hace tres cuadras mientras corrías y llorabas como bebe.- sus ojos se clavan en los míos y una horrible sensación recorre mi cuerpo.- Además, sigues teniendo los ojos rojos.
- Yo... Bueno...- suspiro y mis manos cubren mi cara.- Sólo no quiero decirlo.
- Un humano sincero. Que milagro.- sonríe y su mano se posa en mi hombro.- ¿Estas mejor?
- Estoy bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Palmea mi espalda, se da la vuelta y comienza a caminar.
- Slenderman quiere verte. Será mejor que vayas.
Y luego, de la misma manera que apareció, se esfumo del lugar.
-----------------------------------------
Antes de entrar a la cabaña un escalofrío invade mi cuerpo y un mal presentimiento baila en mi cabeza. Algo no está bien.
Entro y no veo nada, las luces no están prendidas. Pronto mis ojos se adaptan a la oscuridad y puedo ver a Slenderman sentado en un sillón con sus manos entrelazadas frente a su cara.
<< Algo no está bien. >>
¿Recuerdas nuestro trato?
- Si.- hablo en voz alta y firme.
Bien. Ya tengo un trabajo muy especial para ti.
- Pensé que tenía una semana libre.
Las cosas cambian.
Quiero que mates a Martin.
Un sudor frío comienza a aparecer en mis manos, espalda y frente.
- Yo no puedo hacer eso.- respondo mirando al suelo.- No después de lo que pasó hoy.
Así que no quieres obedecerme.- se acomoda de manera que sus brazos descansen al lado de su cuerpo.- Mátalo.
- No.
¿Por qué lo defiendes? Después de todo él te hizo sufrir.
- Eso no funcionará. Ya dije que no.
Bien. Pero te enseñaré el costo de tu capricho. Vete a casa.
- Pero yo...
VETE.- su grito resuena en todo el lugar. Las luces se encienden y se apagan y unos tentáculos emergen de su espalda.- YA.
Huyo lo más rápido posible y me dirijo a mi casa.
Al abrir la puerta encuentro un rastro de sangre, que empieza desde la entrada y sigue subiendo por las escaleras. Las paredes tienen marcas de manos, como en una película barata de terror. La diferencia es que esta es real.
<< Debe ser una broma. >>
Sigo el camino y este termina en la puerta del segundo piso.
La recamara de mis padres.
Mi mano tiembla en el picaporte. Algo malo está detrás.
Abro la puerta y no puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos.
<< Esto no puede estar pasando. >>
Mis padres están tirados en la cama, ambos cubiertos de sangre. Sus manos están atadas al respaldo de la cama y tienen heridas que siguen sangrando.
En la pared detrás de ellos está escrito con sangre y una letra enorme:
"Esto pasa cuando los niños malos no obedecen."
Me siento al lado de mi padre y apoyo su cabeza en mi corazón.