Capitulo 14: Un buen amor

418 23 7
                                    


(16 de mayo)

(Paula)

Es imposible vivir en este planeta y no enterarse que Pablo Alboran empezó su tour Terral en España, la verdad es que no se habla de otra cosa y no puedo evitar sentirme absolutamente orgullosa de él y todo lo que ha logrado. Mientras leo los periódicos, tomo mate, tuve que traérmelo a España, una partecita de mi tierra que necesitaba que me acompañara aquí. Llevo ya 1 semana en Madrid y la calma poco a poco está volviendo a mí, aunque el dolor y el vacío en mi interior permanecen intactos, me prometí salir adelante y lo voy a conseguir.

La puerta se golpea fuerte y sé que el huracán Juan llego a la casa, me abraza fuerte y se sienta frente a mi dejando en la mesa una bolsa con masas dulces, mis preferidas. Comienza a prepararse una taza de café y yo solo lo observo. Parece como si nada hubiera cambiado, estoy viviendo en la casa de Juan mientras él va y viene, aunque todavía no empecé a trabajar en el bar, sé que pronto lo haré y además tengo que empezar a buscar otro trabajo... parece como si nada hubiera cambiado, pero ha cambiado todo, yo no soy la misma y nunca volveré a serlo.

Juan finalmente se sienta frente a mí y me sonríe.

- Todavía no puedo creer que estés aquí... soy tan feliz cariño.

- Estoy aquí y nada mejor que estar con mi amigo. Gracias por darme de nuevo un lugar en tu casa y en tu vida.

- Ese lugar siempre estuvo.

- Te quiero amigo, gracias por todo.

Conversamos por horas, llevamos tiempo haciéndolo, cada día Juan aparece a la mañana con algo para el desayuno y hablamos, de todo, de cómo fueron nuestras vidas el tiempo que estuvimos separados, de cómo seguiremos ahora. Siempre se preocupa por mí y por mi futuro, pero a mí todo eso dejo de quitarme el sueño, demasiado tengo ya intentando sobrellevar el presente. Día a día sigo luchando para que este vacío en mi interior y la falta absoluta de esperanza me terminen destruyendo por dentro, sin contar la falta que Pablo le hace a mi vida.

- Podrías empezar la semana próxima en el bar, descansa estos días, termina de acomodarte.

Lo pienso, la verdad que necesito hacer algo, cansarme, porque mi cabeza no para y eso no me deja en paz. Pero sé que será difícil discutir con Juan.

- Ayer fui a la biblioteca comunitaria de aquí cerca, me ofrecí para colaborar como voluntaria. Haré horarios temprano en la tarde.

Juan me observa confundido.

- También hablé con Laura, del centro comercial, y me dijo que había una vacante en la librería, iré por allí la semana entrante. Si no buscaré en otro lugar.

- Estuviste ocupada. ¿vas a abandonarme en el bar?

- No Juan, trabajaré en el bar por la noche y en lo que haga falta.

- Paula, cariño, no tendrás tiempo para vivir.

- No lo necesito Juan, necesito cansarme, ocupar todo mi tiempo, es lo mejor, así mi cabeza no tiene tiempo de pensar.

Juan no tiene tiempo de contestarme porque su móvil suena, deja de mirarme preocupado y se concentra en la pantalla de su celular y con un gesto, presiona algo, ni bien se escucha una voz, mi corazón se detiene.

Juan ¿cómo estás? Creo que ya te extraño, quizás todo está demasiado

tranquilo y necesito alguien molesto, y enseguida me acuerdo de ti.

TERRAL - Detrás de la música -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora