Capitulo 38: Condiciones

555 31 10
                                    


(14 de Julio)

(Paula)

Fue una larga mañana, hoy me tocó otro reemplazo en la librería y sé que ya hay posibilidades de que me devuelvan el puesto que tenía, aunque ahora hacerme cargo de la sucursal del bar me complicará un poco cualquier actividad; tendré que organizarme, porque no quiero dejar de ayudar a Patricio y Juan, y por supuesto no quiero dejar de ir a Málaga, siento que es un oasis a toda mi vida. Son casi las 12,30 y me siento cansada física y mentalmente, sigo sin poder dormir y sé que no me alimento como debería, pero es que simplemente no me da hambre... y todo lo que pasó últimamente con Pablo no me lo ha hecho nada fácil, solo no me he sentido muy bien.

Mi móvil suena mientras voy saliendo y ni siquiera me fijo en el identificador, me encuentro con la voz de Marcos que siempre me trasmite una tranquilidad que necesito demasiado.

- ¿Paulita como estas?

- Hola Marcos. Bien. Estaba por llamarte. No tuve tiempo en la mañana. ¿Estás libre ahora?

- Lamentablemente no. Tengo guardia hasta la noche. Estaba preocupado desde que te dejé en el bar anoche. ¿Cómo terminaron las cosas?

- La verdad que no lo sé muy bien. arreglamos lo que pasó, le creo. Tenías razón, tenía que hablar con él, pero tuvimos una extraña conversación... pero creo que estamos en paz.

- Me alegro mucho. Quizás esta noche podríamos cenar... Victoria no hace más que preguntar por ti.

- Tengo que ir al bar, así que depende de la hora.

En ese momento caminando por la acera perdida en la conversación lo veo y me detengo por inercia, porque siempre verlo sin importar en qué circunstancias, hace que mi corazón se detenga. Me mira y me sonríe, parece mejor de ánimo, lleva una camiseta negra de mangas cortas, bermudas en un color claro, gorra negra y lentes oscuros...el mismo aspecto que tiene en la foto que acaba de subir a las redes, así que supongo que la tomo aquí esperando. Increíble que aún les provoque debilidad a mis piernas su sola imagen.

 Increíble que aún les provoque debilidad a mis piernas su sola imagen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Paulita... ¿sigues ahí? ¿estás bien?

Me aclaro la garganta sintiéndome una estúpida.

- Si Marcos, lo siento...

La expresión de Pablo cambia cuando me escucha nombrarlo ¿Cómo puede siquiera pensar que podría fijarme en otro hombre?

- Cuando salgas de trabajar envíame un mensaje si es temprano paso a saludar a Victoria antes de ir al bar.

- Está bien, nos vemos pronto entonces.

Finalmente, me despido de Marcos y acorto los últimos pasos que me separan de él, apoyado en el auto vuelve a sonreírme y también se acerca, casi con duda, y en el fondo necesito que esté bien, le sonrío. Cuando ya estamos frente a frente me da un beso en cada mejilla.

TERRAL - Detrás de la música -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora