Capítulo 29

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Llegamos a casa. Le dimos las gracias al taxista, le pagamos el viaje, y sacamos nuestras maletas. Pau, al ver el edificio tan alto y bonito, sólo pudo soltar un 'wow' pero creo, que fue más que suficiente para saber que le encantaba. Saqué las llaves de mi bolso, se las dí.

Yo: Pau, no las pierdas.

Paula: Rox, que tonta. Si sólo voy a abrir la puerta de tu casa jajajaja.

Yo: Tienes razón. Ha decir verdad, siempre la tienes jajaja.

Entramos en el edificio. Esperamos al ascensor unos 5 minutos. Hede reconocer que siempre tardaba un poco. Por fín el ascensor llegó, apreté el botón para que nos subiera a la 6° planta. Llegamos. El trayecto en el ascensor, había sido en silencio y una vez que salimos del ascensor le dije a Pau en un susurro '¿lista?' a lo que me respondió con un 'el caso es si lo estás tú'. Reímos. Me escondí detrás de una planta que había allí.

Pau se dirigió a la puerta, metió la llave en la cerradura, dió la vurlta a la llave, y la puerta se abrió. Por lo que pude observar, los chicos pusieron una cara de '¿pero esta que hace aquí?'. Sólo sé que Lau se levantó de su asiento, y fue a abrazarla. Oí como los chicos la hacían preguntas tipo '¿qué haces aquí?' '¿y Rox?' '¿tú eres Paula?' y todo eso. Se cerró la puerta,.y pensé, 'genial. Sola por minutos' y comencé a reirme yo sola. Eso es normal en mí, así que no es de extrañar que cualquiera que me viera me mirara con cara rara, diciéndome que si estaba loca. Bah, pasaba de ellos.

Tras unos minutos que llevaba fuera, escuché risas. Se lo tendrían que estar pasando bien. Creo que ya era mi hora de entrar. Estaba cansada de estar sentada apoyada en la planta. Parecía subnormal. Pero que más da.

Me dirigí a la puerta con mi maleta, dí tres toques a la puerta, me apoyé en el marco, y por fín, abrieron.

Yo: ¿Què? ¿Ya me hechábais de menos?

Todos se quedaron tal que así 'ö'

El que me abrió la puerta, fue Alv, por lo que cuando me viò, no me dijo ni hola ni nada, sólo me abrazó. Ha decir verdad, hechaba mucho de menos sus abrazos. Y por supuesto, le devolví el abrazo a Alv.

Álvaro: ¿Qué hace aquí Rox? Pau nos dijo que te quedarías una semana más en Madrid.

Yo: ¿Y no os ha dicho que esta pequeña idea fue mía?

Carlos: Creo que es lo más inteligente que has podido hacer - dijo mientras se acercaba a mí para abrazarme -

Yo: Anda mira, has dicho lo mismo que Pau jajaja - dije mientras le abrazaba -

Laura: Ay mi Rox, te hemos hechado mucho de menos ¿sabes?

Yo: Y yo también a vosotros, cielo. Ten, Lau - le dí un pequeño paquete -

Laura: ¿Y esto? Rox, no tendrías que haberme traido nada.

Yo: Pero si me lo dijísteis vosotros. Va venga, ábrelo.

Lo abriò y se quedó un poquito impresionada. Pues lo que había dentro era un autógafro de Selena. No es que me la encontrar por Madrid, si no que lo compré.

Laura: ¿Estás de coña? ¿Esto es enserio? Joder, muchas gracias Rox - me abrazó -

Laura: No las des cielo. Te lo mereces. Me costó lo suyo ¿eeh? - la abracé -

Yo: Para tí Carlos, chocolate. Ada serio duende jajaja - se lo dí - Para María y Alba, un collar con una pequeña clave de sol - se lo dí a las dos - Para Nata, mi querida Nata, ¿dijiste que querías algo que tuviéramos igual no? Pues ten, la misma cami que la mía - se la dí - Para Blas, Dani y David, unas pulseras con vuestro color favorito - se lo dí - Y para tí, Alv, unos cascos verdes con un minion dibujado - se lo dí -

Todos vinieron a abrazarme y no paraban de darme las gracias, pero no me las tendrían que dar.

Carlos: Oye Rox, ¿que pasó en la boda de tu prima?

Blas: Sí eso.

Yo: Bueno pues es... Una larga historia. Os la contaré después de comer, es que muero de hambre jajajajaja.

Empezamos a reir.

David: Pero, ¿sí son las 4:30 de la tarde?

Yo: Pues por eso. Pau y yo no hemos desayunado y fijo que ella también muere de hambre.

Paula: Oye, que es verdad.

Carlos: Ay, yo también tengo hambre.

Yo: Genial. Como no. Duende se apunta a un bombardeo.

Carlos: No me llames duende, enana.

Yo: Sabes que no soy enana. Pasado mañana hago 22 años.

Carlos: Ay, es verdad. Pues ena-vieja.

Yo: ¿Dices enana por que soy un poco bajita?

Carlos: Exactamente.

Yo: Ui, mira como tiemblo duende.

Dani: Ya venga, vámonos antes de que estos dos se maten.

Yo: No, si yo no quiero matar a Carlos. Nótese la íronia.

Carlos: Bonita íronia enana.

Yo: Lo sé.

Álvaro: Venga va, vámonos.

Salimos de casa. Y como no, estaba pegando a Carlos en el hombro. Me encantaba discutir y pelear con él, aunque fuera de broma. Era el hermano que nunca tuve, y me encantaba. Salimos a la calle y cada quien iba con su chico agarrada de la mano. Espera, ¿su chico? ¿Còmo es que no me había enterado?

Yo: Ey, Carlos y Laura; David y Alba; Nata y Blas; Dani y María. Ok, ¿qué está pasando aquí? ¿Me he perdido algo?

Blas: Am bueno, yo estoy con Nata.

Dani: Yo con María.

David: Yo con Alba.

Carlos: Bueno, lo de Lau y lo mío ya lo sabías jajaja.

Yo: Cierto. Que poco me informáis cuando estoy lejos. ¿Y tú Alv?

Álvaro: ¿Em? Ah, pues yo... Es que no encuentro a mi chica ideal.

Yo: Pues ya somos dos. No encuentro a un chico, ni tu a una chica.

Carlos: ¿Y tú Pau?

Paula: Bueno, yo...

Yo: - la interrumpí - Ella se encontró con un chico, muy guapo he de decir, y le pidió el número y todo eso. Vamos, que a Pau le gusta ese chico que tiene por nombre...

Paula: Raúl - se sonrojó -

Yo: Ay pero mira que monada, sise sonroja y todo. ¿No es adorable?

Todos: Sí que lo es jajajaja.

Estuvimos andando un buen rato por la costa hasta que encontramos un buen restaurante. Me paré en la puerta ya que había algo, mejor dicho alguien que me parecía conocerlo.

Un camino sin fín. ÉXT/\SIS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora