Si estás leyendo este escrito, tu mente debe ser ahora un torbellino de preguntas. Debes de estar aturdida y asustada por no tener ningún recuerdo, por yacer sin ninguna explicación en este lugar, completamente sola.
Antes de que te abandones a la desesperación, debes intentar serenarte. Debes controlar tus emociones. Y, por sobre todo, debes mantener la mente abierta. Ya has hecho esto antes, llevas años haciéndolo. Cada vez que te encontrabas ante dificultades insoslayables. Así que algún resquicio de esa compostura debe haber permanecido en una esquina de tu mente.
Sosiégate y lee estas páginas. Esta larguísima carta que tienes en tus manos es para ti y contiene todas las respuestas que necesitas. Debes saber que tu condición actual no es una mera coincidencia, que muchos factores, circunstancias y elecciones se han alineado para que estés dónde y cómo estás ahora. Debes saber también que la letra dibujada en estas hojas es exactamente igual a la tuya. Puedes comprobarlo. Escribe cualquier cosa ahora mismo. Es tu letra. Y eso es porque yo soy tú.
Tú misma escribiste esta carta, previniendo que este momento llegaría. Siempre hemos sido precavidas, pues ahora ves que esta medida no ha sido tomada en vano. Y lo hiciste con la finalidad de revelarte a ti misma tu pasado, sin tapujos. Sin adornos ni eufemismos. Debes saber que a lo largo de estos años has aprendido que embellecer la verdad para sentirse mejor a la larga te ha conducido a cometer errores. Y ahora es el error más imperdonable en el que podrías incurrir.
Temo decirte que tu pasado es una compleja mezcla agridulce. Es debatible si es que podríamos llamarlo una historia feliz. Desde mi perspectiva, lo es. Hace tiempo tú eras una chica que atesoraba muchos sueños y aspiraciones, y eso fue algo que te sostuvo para lo que sucedió después. Desde mi perspectiva, fue una historia feliz, pero tú podrías opinar distinto de mí.
Seré sincera contigo, es decir, conmigo; no me guardaré nada y te revelaré lo maravilloso y lo terrible. Puedes formar tus propias conclusiones, puedes incluso diferir de lo que yo pensaba al momento en el que escribí estas páginas. Todo queda a tu entera libertad.
Debo confesarte que he temido este momento. Escribiendo en estas hojas siento que estoy dejando mi futuro a una completa extraña. Pero ambas somos la misma persona. Con recuerdos o sin ellos. Así que confiaré en ti. En mí. En nosotras, la tú que ahora es una tabula rasa, sin ninguna memoria, y la yo, que se ha encallecido por las experiencias de toda esta travesía hasta llegar a este punto.
Permíteme entonces iluminar tu presente, para que así puedas tomar una decisión que repercutirá en el futuro de muchos. Procura decidir sólo y únicamente cuando termines de leer esta carta. No es típico de ti la impulsividad pero ha habido oportunidades en las que ésta te hizo tomar rumbos que lamentaste después, así que no está de más prevenirte en esto.
Pero, lo más importante de todo, debes ser enteramente consciente y responsable del camino que vas a elegir. Todo en el mundo tiene consecuencias, para bien o para mal. Y nunca podrás escudarte en tu corta edad, pues la juventud no es excusa para desperdiciar decisiones importantes.
Lee atentamente y ábreme tu corazón. Nuestro corazón.
Comencemos entonces esta historia. Nuestra historia. La de un viaje denodado e incansable, la de unas estrellas sempiternas, la de una promesa que trasciende el tiempo. La historia del boticario de las almas perdidas.
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El boticario de las almas perdidas
FantasySola y sin recuerdos. Así es como Ro despierta. Sin embargo, todas las respuestas que necesita se encuentran contenidas en una carta dirigida a ella. Una carta que narra su pasado. Una historia que evoca sonrisas infantiles, sueños inocentes...