-¡Eh, miradme!
Mae levantó la mirada de las servilletas dobladas que tenía en la mano mientras Lexie pasaba corriendo y arrastrando una cometa rosa de Barbie tras ella. Su sombrero vaquero con un girasol enorme en la parte delantera le voló de la cabeza y aterrizó en la hierba.
-Lo haces muy bien -gritó Mae. Dejó las servilletas sobre la mesa de picnic y volvió a mirarla con ojo crítico. El mantel a rayas azules y blancas se agitaba por la suave brisa y el Pet Chia de Lexie descansaba en el centro de la mesa. El cerdito cubierto de hierba llevaba puestas unas pequeñas gafas de sol recortadas de una revista y una brillante bufanda rosa atada alrededor de su cuello-. ¿Qué tratas de probar? -le preguntó a __________.
-No trato de probar nada -contestó __________, colocando una bandeja con rollitos de salmón, paté ahumado y tostadas en un extremo de la mesa. Por alguna razón había un pequeño gato de porcelana en medio de la bandeja lamiéndose las patas. En la cabeza del gato había un sombrero puntiagudo de fieltro amarillo. Mae, que conocía al dedillo a __________, sabía que ese picnic se basaba en algo. No sabía aún en qué, pero acabaría averiguándolo.
Pasó la mirada del gato a la variedad de comida que había sobre la mesa entre la que vio algunas cosas que se habían servido en caterings la semana anterior. Reconoció los blintzes de queso y la barra de pan challah de la ceremonia del bar mitzva de Mitchell Wiseman. Los pasteles de cangrejo y los canapés ajedrezados provenían de la fiesta anual al aire libre de la señora Brody. Y el pollo asado con costillitas y salsa lo había servido en la barbacoa de la noche anterior.
-En fin, parece que quieres demostrarle a alguien que sabes cocinar.
-Cogí lo que había en el congelador del trabajo, eso es todo -contestó __________.
Pero no, no era cierto. La torre de fruta esmeradamente decorada no la había traído del trabajo. Las manzanas, las peras y los plátanos eran perfectos. Los melocotones y las cerezas habían sido dispuestos con suma meticulosidad y un pájaro de plumas azules con una capa de cachemira miraba hacia abajo desde la percha que descansaba sobre un montículo de brillantes uvas verdes y púrpuras.
-__________, no tienes que demostrar que eres una triunfadora ni una buena madre. Yo sé que lo eres y tú también lo sabes. Y como tú y yo somos los únicos adultos de los alrededores que cuentan, ¿por qué te molestas en impresionar a un jugador de hockey cabezota?
__________ miró el pato de cristal que había colocado al lado de los canapés.
-Le dije a Justin que trajera a un amigo, así que no creo que venga solo. Y no estoy tratando de impresionarle. En serio, no me importa lo que piense.
Mae no discutió. Cogió un montón de vasos de plástico transparente y los colocó en la mesa junto al té helado. Fuera o no su intención, __________ estaba intentando impresionar al hombre que se había deshecho de ella en el Sea-Tac siete años antes. Mae entendía la necesidad que sentía __________ de demostrar que había tenido éxito en la vida. Aunque pensaba que los brownies que __________ había moldeado con forma de perros era ir demasiado lejos.
Y el aspecto de __________ también era demasiado perfecto para un día en el parque. Mae se preguntaba si estaría tratando de convencer a Justin Bieber de que era tan perfecta como June Cleaver. Tenía el pelo oscuro recogido a ambos lados de la cabeza con unas horquillas doradas. Unos aros dorados le brillaban en las orejas y el maquillaje era perfecto. El vestido verde esmeralda era del mismo color que sus ojos y el esmalte de las uñas de las manos era exacto al de las uñas de los pies. Se había quitado las sandalias y el sol arrancaba brillos al fino anillo de oro que llevaba en el tercer dedo del pie.
Estaba demasiado perfecta para ser una mujer a la que no le importaba impresionar al padre de su hija.
Al principio, cuando contrató a __________, Mae se había sentido inferior a ella, como un perro cruzado al lado de uno con pedigrí. Pero esa sensación no había durado demasiado. __________ no podía evitar ser una reina del glamour igual que Mae no podía evitar sentirse cómoda con sus camisetas y vaqueros. O con un pantalón corto y un top, como ese mismo día.