La sonrisa de _______ flaqueó, pero estaba decidida a seguir siendo encantadora.
-Ya estaba llegando.
-Pues bien, podrías acabar de una vez porque al paso que vas Ernie no llegara para contarlo.
-Para ya -le advirtió su abuelo.
_______ palmeó el brazo de Ernie y miró los ojos entrecerrados de Justin.
-Eso ha sido increíblemente grosero.
-Puedo ser más desagradable todavía. -Justin apartó a un lado su plato vacío y se inclinó hacia adelante-. Los tíos del equipo y yo queremos saber si a Virgil aún se le levanta o si sólo querías casarte con él por dinero.
_______ pudo sentir cómo se le agrandaban los ojos y cómo le ardían las mejillas. La idea de que su relación con Virgil hubiera sido motivo de discusión en el vestuario de los jugadores era de lo más humillante.
-Ya basta, Justin -ordenó Ernie-. _______ es una chica agradable.
-¿Sí? Las chicas agradables no se acuestan con los hombres por dinero.
_______ abrió la boca, pero le fallaron las palabras. Trató de pensar en algo igualmente hiriente, pero no se le ocurrió nada. Sabía con certeza que más tarde, cuando ya no la necesitara, se le ocurriría una respuesta perfecta, ingeniosa y sarcástica. Aspiró profundamente y trató de permanecer calmada. La triste realidad era que cuando se azoraba, volaban de su cabeza palabras simples como «puerta», «estufa» o, -como había ocurrido antes, cuando había tenido que pedir ayuda a Justin- «corsé».
-No sé lo que te he hecho para que digas tales crueldades -dijo, colocando la servilleta en la mesa-. No sé si soy yo, si odias a las mujeres en general, o si siempre estás malhumorado, pero mi relación con Virgil no es de tu incumbencia.
-No odio a las mujeres -aseguró Justin, luego bajó deliberadamente la mirada a la pechera de la camiseta.
-Tienes razón -intervino Ernie-. Tu relación con el señor Duffy no es asunto nuestro. -Ernie alcanzó su mano-. La marea está casi baja. ¿Por qué no sales y buscas algunas pozas cerca de esas grandes rocas de allá abajo? Tal vez encuentres algo en la costa de Washington que puedas llevarte contigo a Texas.
_______ había sido educada para respetar a sus mayores y no cuestionó la sugerencia de Ernie. Los miró a ambos y luego se levantó.
-Lo siento de verdad, señor Maxwell. No tenía intención de provocar problemas entre ustedes.
Sin apartar los ojos de su nieto, Ernie contestó:
-No es culpa tuya. Esto no tiene nada que ver contigo.
Pero realmente sentía que era culpa suya, pensó mientras empujaba la silla hacia atrás y se levantaba. Cuando _______ atravesó la verde y estrecha cocina hacia la puerta trasera, se dio cuenta de que había dejado que la pinta estupenda de Justin nublara su juicio. No se hacía el imbécil. ¡Lo era!
Ernie esperó hasta que oyó cerrarse la puerta trasera antes de decir:
-No es justo que la tomes con esa niña -observó cómo su nieto arqueaba una ceja.
-¿Niña? -Justin plantó los codos sobre el mantel-. Ni echándole toda la imaginación del mundo puede nadie, ni siquiera tú, cometer el error de confundir a _______ con una «niña».
-Pues bien, no creo que sea muy mayor -continuó Ernie-. Y fuiste irrespetuoso y grosero con ella. Si tu madre estuviera aquí, te daría un buen tirón de orejas.
Una sonrisa curvó los labios de Justin.
-Probablemente -dijo.
Ernie miró la cara de su nieto y una punzada de dolor le oprimió el corazón. La sonrisa de los labios de Justin no alcanzaba sus ojos, nunca lo hacía últimamente.