Esa noche después del picnic, __________ sentía las emociones a flor de piel. Tratar con Justin le había destrozado los nervios, y lo cierto era que Mae no había ayudado ni un poquito. En lugar de servir de apoyo, Mae había estado todo el tiempo insultando a Hugh Miner que encima parecía disfrutar con los insultos. Hugh había comido con buen apetito, se había reído con tolerancia y había provocado a Mae, que se desquitó con él hasta el punto de que __________ se había llegado a preocupar por su seguridad.
Ahora todo lo que __________ quería era tomar un buen baño caliente, una mascarilla de pepino y una esponja exfoliante. Pero todo eso tendría que esperar a que le confesara a Charles la situación. Si quería tener algún tipo de futuro con él, le tenía que contar todo lo referente a Justin. Tenía que decirle que le había mentido sobre el padre de Lexie. Y tenía que hacerlo esa noche. Aunque no le agradara la conversación, estaba deseando acabar de una vez.
Sonó el timbre de la puerta e invitó a Charles a pasar.
-¿Dónde está Lexie? -preguntó él, recorriendo el salón con la mirada. Parecía cómodo y relajado con unos chinos y un polo blanco. Las hebras plateadas en sus sienes le daban un aire de dignidad a su bien parecida cara.
-Ya está en la cama.
Charles sonrió y ahuecando la cara de __________ con las manos le dio un beso largo y agradable. Un beso que le ofrecía más que tórrida pasión. Más que una función de una sola noche.
El beso acabó y Charles le escrutó los ojos.
-Sonabas preocupada por teléfono.
-Es que lo estoy, un poco -confesó. Lo tomó de la mano y se sentaron juntos en el sofá-. ¿Recuerdas que te dije que el padre de Lexie estaba muerto?
-Sí, abatieron su F-16 durante la Guerra del Golfo.
-Bueno, puede que haya embellecido un poquito la historia, eh..., en realidad, la embellecí bastante -respiró hondo y le contó todo lo que concernía a Justin. Empezó con su encuentro hacía siete años y acabó con el picnic de aquella tarde. Cuando terminó, Charles no parecía contento y __________ temió haber estropeado su relación.
-Podías haberme dicho la verdad desde el principio -dijo.
-Puede, pero esa mentira ha pasado a formar parte de mi vida, ni siquiera me planteaba si era verdad o no. Además, cuando me encontré de nuevo con Justin, pensé que se aburriría y se cansaría de jugar a ser papá, entonces no tendría que decírselo ni a Lexie ni a nadie.
-¿Y ahora no crees que se vaya a cansar de Lexie?
-No. Hoy en el parque estuvo muy atento con ella y quiso que quedáramos de nuevo para llevarla a la exhibición de Central Science Pacific la semana que viene. -Ella sacudió la cabeza-. No, no creo que se vaya a aburrir.
-¿Y cómo te afectará eso?
-¿A mí? -preguntó, mirándole a los ojos grises.
-Forma parte de tu vida. Lo verás de vez en cuando.
-Claro. También tu ex esposa forma parte de la tuya.
Él bajó la mirada.
-No es lo mismo.
-¿Por qué?
Él esbozó una media sonrisa.
-Porque encuentro a Margaret muy poco atractiva. -No estaba enfadado. Estaba celoso, tal y como había predicho Mae-. Y Justin Bieber es un tío muy guapo.
-Tú también lo eres.
Charles le cogió la mano.
-Tienes que decirme si voy a tener que competir con un jugador de hockey.