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Maratón 2/3

"Comienza la tortura, nuevamente."
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Lunes. Tenía que volver a clases. Me perdí tres meses de clase, ya que los otros tres fueron de vacaciones, pero me ya me podía ver siendo interrogada por todos, queriendo saber por qué no fui, qué pasó, cómo, cuándo, todo. Son irritantes, verdaderamente.
Me di una rápida ducha, me vestí, me maquillé ligeramente y bajé a desayunar.
Vi a mi mamá tomando una taza de café mientras revisaba su celular. Enfrente suyo, había tostadas, membrillo y chocolotada caliente, últimamente estaba muy cariñosa y lo agradecía, me hacía bien recibir cariño de mi madre.
Levantó la vista de su teléfono, me vio y sonrió. Pasamos un cuarto de hora charlando, y luego me encaminé hacia la escuela tranquilamente, me sobraba tiempo y lo que menos quería hacer era llegar temprano. Iba mirando el camino, había cambiado un poco, casas nuevas, faltaban árboles, remodelaciones de las casas, bastantes cosas.
Al llegar al colegio, sólo faltaban 3 minutos, así que casi todos estaban en sus salones correspondientes. Sin embargo había algunas peesonas en los pasillos que me miraban con cara interrogante, me sentí una nueva. Llegué al salón y todos posaron su mirada sobre mí, agaché la cabeza, era muy incómodo. Me dirigí al último banco y allí transcurrí la hora, escuchando al profesor, sin decir nada.
Mí día pasó rápido, nadie se animó a preguntarme nada, todas las miradas en mí. Me sentía nueva, un juguete nuevo, pero por suerte nadie se acercó a mí. Después de todo, estaba sola.