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Después de un silencio no del todo incómodo, vino una pregunta que no me esperaba y que, sí, me puso incómoda.

- ¿Querés ir a mi casa?

No sabía cómo responderle. Mi parte incoherente me decía que vaya, y que pase lo que tenga que pasar. Sin embargo, mi parte coherente gritaba "FUEGO, PELIGRO, CORRE".

Me gusta jugar con fuego.

- Eh... No sé, creo que si.

Se levantó y me tomó de la mano para ayudar a levantarme, y así, agarrados de la mano, fuimos caminando.

Me sentía nerviosa, pero trataba de disimularlo. ¿Qué haríamos allí? Era la pregunta que rondaba por mi cabeza.

"Los nervios y yo vamos de la mano"
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N/a:
Ni tu vieja lee la fic pero yo la continuo iguaaaaaal, putxs
Abuz-

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