"El Villano de mi Novela"

7: "Es hora de las presentaciones"

Capítulo 7: "Es hora de las presentaciones"

Jamás había sentido la sensación de estar completamente incómoda en un lugar. Nunca tuve ese momento en el cual solo quisiera desaparecer.

Si, he pasado vergüenza como la mayoría de las personas a lo largo de mi vida, pero si debía darle una caratula a mi estado de incomodidad sería: Situación sumamente incomoda. Mantener a Jake quieto por la paz de la humanidad.

Intente que la visita nocturna de mi amigo sea lo más corta posible, pero eso era básicamente imposible. Ben siempre hacia este tipo de cosas. Aprendió a treparse para llegar a mi habitación a los nueve años. En mi vieja casa era más accesible para un niño delgado, con poca fuerza. Pero cuando a los trece años me mude al asilo, tuvo que ingeniárselas hasta que por fin creció la enredadera y fue tarea fácil. Lauren jamás pudo trepar nada, su vértigo siempre fue más grande. Ella era una amiga "normal" que prefería tocar a la puerta.

《Dile que se vaya, quiero dormir Nina》

《Entonces sólo duerme.》

《No puedo por el ruido de su estúpida película, si sigo aquí me agarraran calambres》

Ben no tubo mejor idea que ver una película. Ambos estamos sentados en mi cama, apoyando la espalda contra la pared mientras que Jake solo se tuvo que mantener sentado en el mismo lugar en el cual estaba desde que había abierto la puerta.
El piso era de madera hueca, eso se resumía a que con un solo mínimo paso se escucharía. Por ende, si solo caminara un solo metro Ben sabría que no éramos los únicos en la habitación.

《Esto ya me esta hartando》

《Solo mira la maldita película》

Habíamos elegido una película de terror. Aquella feas películas en donde siempre hay un niño que da vuelta su cabeza como un carrusel.─ Totalmente asqueroso.─ No era de las chicas que les tenía miedo a las películas de terror. Es por ello que junto a Ben, y quizás con Lauren (solo cuando estaba dispuesta a abandonar su osito),  íbamos a ver ese tipo de películas.

Ben y yo fuimos amigos desde los cinco años, cuando me defendió de unos niños que querían tirar de mis coletas, a Lauren la conocimos en una heladería a los nueve, quería hacer "contrabando" de helado con sus primos. Su idea era remplazar potes de helados por potes con nieve. Si, ilógico que en invierno quieran saquear una heladería pero con el tiempo me fui dando cuenta que nada de lo que venía de Lauren era normal. Sin más la ayudamos. Desde ese mismo instante fuimos cómplices junto a los primos de ella y descubrí que me gustaba más comer helado en invierno.

Los tres nos hicimos buenos amigos. Desde pequeños eramos, el chico delgado rubio de ojos celestes. La chica rubia despeinada, un poco traviesa e incontrolable y la niña de rulos castaños, de vestido rosa con flores, con muchos libros debajo de los brazos.

El tiempo nos cambio bastante. Si los tendría que presentar en estos momentos seriamos... El rubio sexy de ojos irresistibles color cielo (palabras de las animadoras del instituto), capitán del equipo de fútbol americano. La chica rubia de cabellera un poco despeinada al momento de realizar alguna protesta por alguna causa injusta. Básicamente, Lauren era una loca que se paraba sobre una mesa con un megáfono en su mano y solo decía lo que pensaba, sin ningún tipo de filtro.─ Hasta en el aula de detención, cuando el director la enviaba allí.─ Y finalmente yo. La chica de cabello castaño ruloso, aún con vestidos con flores y en invierno ropa sumamente tranquila y aniñada. Ni si quiera cumplía con la típica ropa de las chicas como yo. Con varios libros en su regazo.