"El Villano de mi Novela"

23: "Miradas Cómplices"

Capítulo 23: Miradas Cómplices.

Cuando era niña siempre soñaba con recibir a la madrugada aquellos seres mágicos de los cuales nuestros padres nos hablan, como Santa Claus, el conejo de pascuas o quizás los reyes magos. Pero en su lugar solo tenia dos guardianes un tanto demandantes.

─ El mío sin azúcar.─ Theo detuvo mi mano antes de echar una cucharita de azúcar en su taza.

─ Y yo con azúcar rubia por favor.─ agregó Madame Rupoff.

─ ¿Oigan no pueden aparecer té por arte de magia?─ pregunto Jake.─ ¿No has traído a tu gnomo contigo?

─ ¡Pues claro que no!─ dijo Madame Rupoff con un tono ofendida─ ¿Tú crees que lo haría trabajar a altas horas de la noche?

─ No yo solo decía que...

─ Me ofendes Jake.

Theo miro a Madame Rupoff quien se encontraba un tanto ofendida. ─ Entonces... ¿logro tallarte la mitad del emblema?─ Pregunto Theo dándole un sorbo a su Té.─ No creí que fuera tan rápido después de tanto tiempo...

─ ¿A qué te refieres?─ pregunte.─ ¿Ustedes lo conocen?─ Ambos asintieron. ─ ¿Podrían decirnos cómo es? Por si algún día volvemos a tener la fortuna de encontrarlo.

─ Imposible.─ Respondió Madame Rupoff.

─ ¿Disculpa? ─ Dije un tanto molesta.─ ¡Necesitamos saber! ¿si no de que otra madera evitaremos otro ataque?

─ Entiendo que quieran evitarlo Nina. Pero revelar su identidad va contra las reglas.─ Podía notar en la voz de Madame Rupoff un tono de culpa.

─ Pero...─ Jake se puso de pie.─ Los conocemos a ustedes, en teoría sabemos su identidad.

─ Estamos en una misión chico listo.─ Y allí estaba de nuevo el tono gruñón de Theo.─ No estamos aquí porque nos agradan. Solo estoy dándoles tiempo antes de terminar mi trabajo,  solo eso, luego todos se olvidaran de nuestra identidad.

─ Bonita amistad.─ Farfullo Jake.

─ Además es imposible librarte del guardián de fuego, ya están condenados.─ Agrego Theo ─ Él representa la fuerza y el poder que tiene la estrella.

Cada palabra dicha por Theo se desbordaba en admiración. No hacía falta conocerlo demasiado como para entender que quizás sienta algún tipo de fascinación por dicho guardián.

─ Pero no tiene la sabiduría.─ Madame Rupoff contradijo a Theo.─ Ni la protección o el equilibrio y mucho menos la compasión del amor.

─ Oh que bien. Entonces es un demente.─ acotó Jake.

─  Admito que es un ser muy poderoso. Y hay que tener mucho cuidado con él sobre todo en estos momentos que a logrado localizarte.─ Madame Rupoff miro sus manos y suspiro.─ Se que lo que hace el guardián del fuego es su deber, pero creo que si estas aquí Jake, es por algo y es nuestro deber...

─ ¡¿De qué hablas Georgina?!─ Dijo Theo un tanto alterado. Parándose de repente, tanto que casi tiraba el té de la mesita.

─ Hablo que los protegeré.─ Lo miro con una postura firme.

─ No puedes, no es nuestro deber.

─ ¿Y cuál es entonces? ¿Matar a todos los nuevos seres mágicos que atenten contra la vida de los mortales?¿Eliminar a cada ser mágico sin dejar ni una sola huellas de ellos? ¡No dejarlos si quiera conocer este mundo!

─ ¡Si ese es nuestro maldito deber!

─ ¡Pues entonces porque simplemente no nos matamos entre nosotros también!─ Grito.