Fuego Azúl [Libro #1]

Capitulo 33: Alianzas con hijos de la luna

"No todo que amas es bueno"

Me sumergía en el agua helada, mientras temblaba del frío. Este clima era detestable para darse un buen baño en el río en ropa interior. No aguante mas de 7 min sumergida y salí del río.

Tomé una toalla gruesa y me arropé rápidamente, con el cuerpo temblando como Chihuahua. También me puse una tolla en el cabello para evitar que se partiera.

Había pensado en cambiarme aquí pero hacia demasiado frío lo tendría que hacer en la campaña para mi resignación, no quería que Miller me viera cambiarme, ya me había visto en ropa interior antes pero en ese entonces esta ebria y drogada, ahora no y no iba a dejar que se divirtiera el pervertido.

Abrí la cremallera de la campaña y entre en ella, estaba Miller durmiendo.
<<UFF>>
Me quite la toalla y me puse la ropa sin hacer ruido y luego me sequé el cabello.
Fui a buscar en mi bolso un cepillo y un poco de crema para peinar. Mientras lo hacia escuche un carraspeo.

—Tienes un trasero de infarto quien lo imaginaria.

Era Miller mirándome con su sonrisita que tanto me irritaba.

—Te hacías el dormido, solo para verme desnuda!!

Apreté los nudillos, quería partirle la barbilla a el imbécil.

—Hay que aprovechar las oportunidades—. Rió

Lo tomé por la camiseta y luego le clavé mi puño en su cara. Enseguida se le formo un rojo en el pómulo.
Miller se acariciaba la mejilla con dolor.

—Debes mantener la calma sangre azul.

Puse los ojos en blanco.

Tomé el cepillo y empecé a peinar mis rizos negros. 

Un sombra con forma de lobo apareció en la campaña, en otro momento me habría sobresaltado pero sabia que era el chico lobo de ayer, quien había decidido  unirse junto con su manada a nosotros con el fin de combatir contra los sangre azul.

Miller se levantó dando pequeños estiramientos de brazos. Él chico lobo dio una pequeña muestra de su transformación de lobo a hombre, que como cosa rara y que jamas logro entender aun llevaba sus pantalones, al parecer eso era la único que no se rompía, se me paso por la cabeza de que quizás era talla de única de esos que le quedan al tipo mas gordo del mundo y a él mas flaco.

—¿Donde esta tu manada? ¿No vinieron contigo?

El chico lobo emitió un aullido y a los pocos segundos apareció una manada de mas o menos 100 hombres.

Miller y yo salimos de la campaña para pactar con la manada y el chico alfa. A fuera aun nevaba, fue mala idea de mi parte salir sin un gorro puesto en la cabeza, el cabello se me iba a quebrar.

—Esperen un momento—. Entré de nuevo a la campaña y me coloque un gorro de lana de color gris.

Al salir Miller me miraba con una sonrisa de burla.

Los lobos eran todos corpulentos y con un tono de piel bronceada. No mostraban expresión alguna en su rostro.

—Es un placer tener aquí a la manada del bosque Morthem. Esta reunión fue hecha con el fin de que nos pongamos de acuerdo para acabar con los sangre azul y su inmoral forma de raptar sangre azules genéticos para ser convertidos en algo espantoso y deplorable como lo es ser un sangre azul completo.
Mucho de ustedes estoy seguro que están cansados de los malos tratos de partes de los sangre azul, a los cuales solo les interesa alcanzar el máximo poder y apoderarse de toda la tierra.Y nos neguemos a la posibilidad de que estos también pretendan esclavizar a la raza humana.

Miller hablaba como un gran líder, nunca imagine que podría ser uno. 

Por un momento me lo quedé mirando con admiración mientras daba su discurso con gran autoridad. Y el me piyo en ello, mirándome fijamente.

—Ahora Rachel cuéntales el plan.

Tragué en seco. No había pensado en ningún plan tendría que inventar algo.

—Todos aquí hemos venido por una razón, acabar con los sangre azul y liberar a los reclusos de estos, entonces el plan es muy sencillo, consiste en aprovechar su gran comunicación con los sangra azul y su caza de sangre azules en proceso. Lo primero que debemos hacer es entrar a la montaña Morthem ¿Y como lo haremos? —Alcé la voz en busca de propuestas, pero nadie emitió sonido alguno.

Empecé a mover los dedos con nerviosismo, no tenia nada en mente, ninguna idea pero de pronto una pequeña bombilla en mi cabeza se encendió.

—Ustedes deben fingir que nos capturaron y así llevarnos a la montaña como falsos reclusos. Cuando estemos allá adentro Miller y yo rescataremos los reclusos y ustedes se vengaran de los malos tratos de parte de los sangre azules hacia ustedes. Todo ese sera realizado cuando llegue el verano a este bosque y podamos entrar a la montaña. Agradecemos su colaboración, los esperamos para el día de verano.

Los hombres lobo se marcharon en un inmerso silencio. Sentí un alivio, esto de preparar un discurso en pocos minutos altera a cualquiera.

Miller me dedico una sonrisa y me susurro a el oído:

—Excelente improvisación. 

Puse los ojos en blanco y entramos a la campaña.

Me cubrí con la manta y me dispuse a dormir.

-—¿Vas a dormir ya?

—Si ¿Por que? —Dije aun con los ojos cerrados.

Miller se tumba conmigo y me abraza, brindándome calor. Le respondo rodeándolo con los brazos.

—Porque quiero hacer otra cosa diferente a dormir—. Me besa el cuello

Me aparto inmediatamente y le lanzo una mirada asesina.

—¿Qué? Nos amamos y por esa misma razón haremos el...

—No en absoluto eso no es hacer el amor—. Lo corto. —Para hacer el amor no se necesita del cuerpo, para hacerlo ahí que conversar, conocer a la persona bien y aprender a querer cada uno de sus defectos, es absolutamente ignorante decir que hacer el amor es tener sexo.

Millar se ríe a carcajadas.

—¡Por Dios!, pero si me he enamorado de una poeta apasionada. ¿Podrías dejar de lado las citas de los libros?

—No hables tanto a ti te apasiona el señor de los anillos como yo y se nota que eres un fanboy por completo.

Enseguida la expresión de Miller cambia.

—Creo que ahora si tengo ganas de dormir.

Rió en lo bajo y cierro los ojos para ahora si dormir.