Fuego Azúl [Libro #1]

Capitulo 48: Regalos y malas noticias

Descendía por las escaleras con una pijama y el cabello alborotado. Todos me miraban fijamente a la espera de algo, y ni idea de lo que fuera, no lo supe hasta que apareció Erick con un gran pastel de cumpleaños, lo había olvidado por completo, hoy era 25 de Noviembre.

—¡Feliz cumpleaños!

Otro año más de vida que debía agradecer a Dios.

Estela corrió a abrazarme y me susurró algo al oído, que seguro debió ser un hechizo porque al mirarme estaba con un hermoso vestido corto azul y tacones color plata. Me pasé las manos por él cabello lacio. La miré frunciendo él ceño. Estela dejo escapar una risa.

—La cumpleañera tiene que verse decente.

Jeim se acercó y dijo:

—Feliz cumpleaños, no esperes un abrazo pero sí un mejor regalo que él que te dio esta brujita presumida.

Estela arrugo la nariz.

— ¿Dudas de mis habilidades? —. Se colocó las manos en la cadera.

Jeim puso los ojos en blanco y se quedo mirando las uñas.

—Te puedo hacer sufrir solo con ponerte la mano encima.

Estela abrió los brazos y le hizo señales para que se acercara.
Jeim la miraba con aburrimiento, ni siquiera le temía un poquito, pero Jeim era Jeim.

Jeim primero coloco un dedo en su hombro y dijo:

—¿Estás segura?

Estela asintió con una sonrisa de victoria. Jeim se tronó los dedos y paso a ponerle sus manos pálidas llenas de cicatrices y un tatuaje que decía "Hope" sobre su cuello.

Al principio no ocurrió nada pero a los minutos después el cuello de Estela estaba envuelto en llamas azules combinadas con un extraño naranja, ese era el fuego inusual que controlaba Jeim, ella era más poderosa de lo que aparentaba.

Estela al principio parecía muy calmada para tener todo el cuello en llamas pero en cuestión de segundos su cara se torno angustiante, ella cayó de rodillas mientras balbuceaba "Puedo soportar esto"

— Jeim creo que es suficiente —. Le toque él hombro.

Sospechaba que esto no iba a salir nada bien, Estela se veia muy mal...

— ¡Jeim he dicho que pares!—.
Deje escapar un grito de pánico.

Jeim no se apartaba.

—Ya ves brujita puedo acabar contigo—. Su expresión era de una mezcla de satisfacción y deleite.

No iba a permitir que matara a Estela y por eso cogí a Jeim por la espalda y la arranqué del cuello de Estela. Jeim se estrelló con la pared y quedó inconsciente, sentí remordimiento al verla así pero había sido necesario.

— ¿Estás bien?— . Dirigí la mirada al suelo, donde se encontraba Estela. Ella asintió y se toco él cuello enrojecido que lentamente volvía a la normalidad.

Levanté la mirada y vi a Miller de pie y con los brazos cruzados. Su expresión era tensa, me miraba como si fuera un objeto o cualquier cosa de poco valor.

— ¿Que diablos pasa con ustedes? ¿Están locas todas?

<<¿No recordaba mi cumpleaños? O ¿No le importaba?>>

— Si vamos a hablar sobre locos, podemos comenzar con el chico que cambia constantemente de personalidad, comenzando desde el chico malo que le vale mierda todo y el chico bueno que ama a mi mejor amiga.