𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐋𝐈𝐅𝐄
❝Maté a todas esas personas...con mis propias manos.❞
𝐋a violencia y la fragmentación acechaban a Irina Morgan cada vez más - su lado oscuro se acercaba para tomar el control y la pesadilla aún no terminab...
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IRINA Y ERIKA SE ENCONTRABAN APOYADAS CONTRA LA ESPALDA DE LA OTRA, observando con desinterés la discusión que se había originado entre Sam Wilson y James Rhodes. Habían pasado dos horas desde que el Secretario de Estado, Thaddeus Ross, había estado en la base presentándole a los Vengadores un libro que se titulaba: Los Acuerdos de Sokovia. Y, como era de esperarse, todos se encontraban con los nervios a flor de piel.
La ex-asesina de HYDRA no se sorprendió al saber que si ella hacía un mal movimiento en su tabla de ajedrez terminaría en una cárcel de máxima seguridad y en un juicio por todos sus crímenes. Tatiana, lamentablemente, corría el mismo riesgo. Así que Steve, quien se encontraba leyendo en aquel momento, estaría más que alerta con ella. Detrás de él, Sam y Rhodey seguían discutiendo.
—El secretario Ross tiene una medalla de Honor del Congreso que una más de la que tú tienes—dijo Rhodes apuntándole con el dedo.
—Supongamos que estamos de acuerdo con esto—declaró Sam e Irina rodó los ojos junto con Tony, quien estaba recostado en uno de los sillones—. ¿Cuánto pasará hasta que nos rastreen como una banda de delincuentes?
—Lo quieren firmar 117 países—acotó James y miró a Sam—. 117, Sam, y tú dices: "No, está todo bien. Podemos manejarlo".
—¿Cuánto más vas a jugar para ambos lados?
Irina suspiró—Y ustedes dicen que Steve y yo tenemos problemas de pareja...¿acaso están considerando en hacer terapia?
—Huh, chica, dame esos cinco—dijo Erika alzando su mano antes de chocarla con la de Irina—. ¿Saben? Creo que iré a hablar con Kyle. Al menos él podrá hablarme sin discutir.
—Tengo una ecuación—Visión miró al resto.
Erika alzó sus manos—Oh, adelante, ilumínanos.
—En los ocho años que pasaron desde que el señor Stark dijera que es Iron Man, el número de personas mejoradas que se conoce aumentó exponencialmente. Y, en el mismo periodo, los eventos que podrían destruir al mundo aumentaron proporcionalmente—explicó Visión reclinado en el sillón.
—¿Y eso significa que...?—preguntó Irina.
—¿Dices que es nuestra culpa?—preguntó Steve levantando la mirada.
—Digo que puede haber una causalidad—Visión prosiguió, juntando las palmas de sus manos—. Nuestra fuerza invita a desafiarla. El desafío incita los conflictos. Y los conflictos...causan catástrofes. Supervisión...La supervisión no es una idea que se pueda descartar.
