xxxii. hechicero enemigo

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LAS DESTRUCTORAS,
capitulo treinta y dos: hechicero enemigo!


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          STRANGE SINTIÓ UN DOLOR AGUDO QUE ROMPÍA SUS TÍMPANOS. Se removió entre los escombros y su mano tocó otra mano, la cual era la de Irina. Había un campo de fuerza celeste que los protegió de la explosión, sin embargo, Irina había caído inconsciente a su lado, protegiéndolos a los dos. El campo se disolvió y Stephen se levantó, observando el estado de su compañera. Él se giró en torno a la puerta y una pared de piedra los recubrió.

          —¿Wong?¿Mordo?—exclamó Strange y la tierra tembló, él miró a Irina y la cargó en brazos—. Mierda, mierda.

          Stephen cargó el cuerpo inconsciente de Irina Morgan para evitar que se hiriera más y caminó hacia la salida, encontrándose con un vestíbulo muy pintoresco con una gran escalera en su centro, la cual llevaba a los pisos de arriba. Repentinamente, un portal color violeta se abrió, dejando ver a los hermanos Belkova quienes no dudaron en pasar al vestíbulo – cerrando el portal dentro.

          —¿Qué sucedió con Irina?—preguntó Kyle acercándose.

          —Hizo un escudo contra nosotros para protegernos y la explosión nos lanzó a la puerta de plata—replicó Stephen acomodando mejor a Irina en sus manos—. ¿Cómo nos encontraron?

          —Tengo trucos bajo la manga, Strange—dijo Tatiana guiñándole un ojo—. Entonces, si ustedes fueron por la puerta plateada—miró a Kyle—. Eso significa...

          —Mierda—dijo Kyle dirigiéndose a la puerta.

          Los tres estudiantes caminaron hacia la puerta de salida, terminando frente al Santuario en plena avenida. El ambiente de ciudad resonó en los oídos de todos y el aspecto fue muy familiar para los hermanos Belkova y Strange. Estaban en la entrada del Santuario de Nueva York – donde aún eran criminales buscados.

          —Qué bueno es verte de vuelta, Nueva York—dijo Tatiana sin mucho entusiasmo y observó que Irina se removía en los brazos de Stephen—. Debemos llevarla adentro, no es seguro aquí.

          Strange asintió y caminó hacia la entrada otra vez, cruzando el umbral mientras que los hermanos le seguían – cerrando la puerta en cuanto cruzaron el umbral. El hechicero cargó a la ex-asesina de HYDRA por las escaleras, llamando a alguien – alguien que nunca respondió. Irina abrió sus ojos, sintiendo una gran jaqueca en la cabeza, encontrándose con los ojos verdes de Strange mirándole.

          —¿Ya terminaste tu siesta?—preguntó él.

          —Una siesta merecida por salvar tu trasero, sí—dijo ella intentando de bajarse de sus brazos. El hechicero la dejó ponerse de pie, sosteniendo su cuerpo por si se mareaba o caía—. Estoy bien, Stephen. Gracias por cargarme.

AFTERLIFE ━━ Steve Rogers ² ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora