𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐋𝐈𝐅𝐄
❝Maté a todas esas personas...con mis propias manos.❞
𝐋a violencia y la fragmentación acechaban a Irina Morgan cada vez más - su lado oscuro se acercaba para tomar el control y la pesadilla aún no terminab...
LAS DESTRUCTORAS, capitulo veintinueve: sorpresas inesperadas!
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AQUELLA MISMA NOCHE, Irina Morgan podía sentir como Stephen utilizaba su forma astral para poder leer un libro que había pedido prestado de la biblioteca de Wong mientras que él escuchaba a la famosa cantante que Strange le dijo: Beyoncé. Ella decidió salir al patio gigante para poder practicar sola mientras todos dormían y así lo hizo. La rubia de cabellos cortos caminó rápidamente para llegar al patio y encontrarse con la Hechicera Suprema allí.
—Irina—dijo ella sonriente—. Te he estado esperando.
—¿De verdad?—preguntó Morgan, intentando leerla – de penetrar su mente. Sin embargo, allí no encontró nada y supo que algo andaba mal. Esa no era la Hechicera Suprema—. Tú no eres la Anciana.
La hechicera sonrió de lado, tocándose el rostro para quitarse una máscara que Irina nunca vio y eso le hizo ponerse en guardia. El rostro del posible enemigo se reveló, dejando ver a un hombre con ojos adornados de hoyos color violeta, los cuales eran rodeados por pintura blanca, como si estuviesen rompiéndose. Los ojos de Irina se volvieron celestes, demostrando su poder.
—¿Quién eres tú?—preguntó Morgan manteniendo su guardia en alto.
—Oh, que malos modales tengo—respondió el hechicero comenzando a caminar hacia ella en un círculo—. Mi nombre es Kaecilius. Debiste haber escuchado de mí en este templo.
—Sí, lo he hecho—respondió Morgan rodeándolo.
—Es impresionante sentir a una mujer con gran poder en este Santuario—declaró Kaecilius mirando hacia abajo—. Una estudiante con un poder inigualable como la propia Hechicera Suprema.
—Yo no tengo el poder suficiente a comparación de ella, Kaecilius.
El hechicero la miró—Entonces aún tienes dudas sobre ti misma, Irina Morgan.
—Tú no me conoces—replicó ella con tono hostil—. ¿A qué has venido aquí?
Kaecilius sonrió—A que te unas a mí.
Morgan sonrió de lado—Aunque esa sea una buena oferta, no la aceptaré, gracias.
—¿Y que tal si te dijera que puedo traerte a tus padres de vuelta?—preguntó él e Irina se paralizó. Ella sabía que Kaecilius había tocado un punto débil en ella, pero ¿sería verdad?¿Kaecilius traería a sus padres de vuelta a la vida? Eso no era una oferta, él estaba intentando de convencerla para engañarla, Irina podía verlo desde kilómetros a la redonda.
—No aceptará—Irina escuchó la voz de la verdadera Hechicera Suprema a sus espaldas y ella se giró, encontrándose con la mujer calva vestida en una túnica oscura—. Aléjate de ella, Kaecilius.
