𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐋𝐈𝐅𝐄
❝Maté a todas esas personas...con mis propias manos.❞
𝐋a violencia y la fragmentación acechaban a Irina Morgan cada vez más - su lado oscuro se acercaba para tomar el control y la pesadilla aún no terminab...
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STEVE ROGERS E IRINA MORGAN SINTIERON EL FRÍO IMPREGNARSE EN SUS TRAJES. A Morgan no le extrañaba eso, el frío era algo que había echado de menos en los últimos meses – luego de ir a Sokovia, no volvió a envolverse en un ambiente frío. Bucky, Steve y ella se alejaron del quinjet rápidamente, siguiendo rastros de pisadas que no habían sido más que recientes. Morgan y Barnes observaron la entrada de la base que antes pertenecía a HYDRA, un remolino de recuerdos golpearon a la joven de cabellos rubios. La noche que se había enfrentado a Rumlow para escapar, de cómo corrió entre la tormenta y de cómo cayó en el abismo, para luego ser rescatada por Erika y Natasha.
Las cosas habían cambiado demasiado para ese entonces. Ya no había retorno para nada.
Los tres miraron la entrada, sorprendiéndose por ver la puerta abierta. Los tres sabían que el doctor se encontraba allí dentro, esperándolos – para lo que sea que esté planeando – y allí se descubriría qué diablos estaba pensando.
—No pudo estar aquí más que unas pocas horas—anunció Steve.
Murmuró Bucky—Lo suficiente como para despertarlos.
Irina se mordió el labio, recordando a la Élite de la Muerte como un proyecto de HYDRA en el que ella se involucraría. En un principio, solo resultó una propuesta, pero al ver que ella formaría parte tal proyecto – decidieron ser muy meticulosos con ella. El equipo sería compuesto por dos mujeres y tres hombres, entrenados de tal forma que podría provocar la toma de una nación en menos de una noche. Ellos, según List, causarían un cataclismo en el mundo.
Los tres héroes entraron y observaron que había un ascensor en movimiento. Al entrar, bajaron en silencio hacia los pisos subterráneos. Morgan recordaba cada recoveco que tenía aquella base, cada lugar insignificante, cada cámara de seguridad, recordaba esa base como si fuese la palma de su mano. Al llegar al piso principal, las puertas se abrieron e Irina tomó su arma en alto y fue la primera en salir apuntando a su izquierda. Bucky le siguió y ambos comenzaron a cubrirse la espalda. Los tres avanzaron hacia una escalera de manera sigilosa y repentinamente algo brusco sonó detrás de ellos.
Instintivamente, Irina y Bucky apuntaron hacia el ascensor, sus manos firmes en el gatillo y esperando algún otro movimiento. Se escucharon un par de ruedos metálicos y Steve se cubrió con su escudo.
—¿Están listos?
Bucky e Irina asintieron—Sí.
Las puertas se abrieron forzosamente, revelando una armadura de metal roja y amarilla – Irina supo que se trataba de Tony Stark, pero no bajó el arma. Steve se quedó boquiabierto al ver a Stark haciendo acto de presencia. Ninguno de ellos bajó la guardia, aunque...Irina sabía cuáles eran sus intenciones después de todo. El casco de Stark se contrajo revelando su rostro y mirando a las tres personas que no bajaron su guardia en cuanto les vio.
