AFTERLIFE ━━ Steve Rogers ² ✓

xxii. el regimiento

LAS DESTRUCTORAS,
capitulo veintidós: el regimiento!

          UNA DE TANTAS COSAS QUE LOGRABAN INTIMIDAR A IRINA MORGAN ERA EL PODER QUE POSEÍAN LAS MUJERES DEL REGIMIENTO DORA MILAJE. Pero por otro lado, le hacía sentir poderosa ya que en un país – supuestamente tercermundista – la mujer poseía mucho más apoyo y respeto que en otras culturas. Mujeres cultas, con diferentes habilidades, con coraje y astucia. Entrenadas para servir a su país y protegerlo con sus vidas, mostrando que el poder femenino si puede contra el mundo. O mejor dicho: contra el enemigo. Además, otro deber que tenían, era proteger a la familia real y al mismísimo rey a cargo de la nación.

          Semanas después de su llegada a Wakanda, T'Challa insistió a Irina que la mejor manera de estar en forma y recuperarse era entrenando con el regimiento Dora Milaje. Que ambas jóvenes entrenasen con la guardia real. Al principio, todo era demasiado rígido, sin embargo – y todo gracias a T'Challa – Okoye intentó flexibilizar las cosas. Tatiana e Irina entrenaron en esas semanas y todo lo que les enseñaban era de muy buena utilidad. Todo lo que ellas aprendían servía. Además, y Okoye debía admitirlo, era bueno tener dos inhumanas entre ellas. Así podrían aprender sobre todo lo que no era humano como ellas.

          De alguna manera, se habían acondicionado demasiado bien para poder ir a misiones furtivas. Sin embargo, Irina aún continuaba con un problema en sus poderes. Y gracias al incentivo de la noche anterior, las destructoras se reincorporaban a los entrenamientos de Dora Milaje. Kyle también decidió ayudar – cosa que Okoye se opuso rotundamente pero Irina intentó convencerla así Kyle podría formar parte de los ejercicios rutinarios que haría el regimiento a modo de entrenamiento.

          Aquella misma mañana, Irina caminaba junto a Kyle y Tatiana Belkova en dirección a un campo abierto donde se encontraban todas las guerreras del regimiento. El sol se alzaba, mostrando claridad a la llanura de hierbas verdes. No hacía frío, sin embargo, la brisa que movía las hojas de los árboles era calma. Irina caminó hacia Okoye, quien afilaba su lanza y esta advirtió su presencia. La rubia le sonrió y asintió de manera lenta mientras que Okoye sonreía de lado. Los tres héroes miraron hacia el frente, encontrándose con las demás guerreras en posición firme, bien paradas y con la punta de su lanza en alto. Ellos se les unieron.

          Okoye caminó entre las dos filas, mirando a cada soldado que mantenía su arma en alto. Irina no se sentía nerviosa, pero la mirada de Okoye era bastante recriminatoria e intimidante. Kyle reía por lo bajo, pero la líder del régimen se encargó de hacerlo callar en un par de segundos. Ella se detuvo a la mitad y gritó algo en el dialecto que utilizaban en Wakanda – cosa que Irina no comprendía aún – y todas las mujeres en uniforme dieron pasos hacia atrás formando un círculo. Tatiana e Irina siguieron a Kyle, que al parecer, entendió las ordenes de la líder.

          Irina se acercó más a Kyle—¿Qué fue lo que ordenó?

          —Que formáramos un círculo para mantener un campo de batalla—replicó él y la rubia no sabía cómo él logró entender a Okoye—. Es una pelea, mano a mano.

          —Querrás decir: mano a lanza—murmuró Tatiana en voz baja—. Porque nosotros no tenemos armas.

          Kyle rodó los ojos—Tú tienes una espada. No es lo mismo, Tat.

          —¿Por qué dices que no es...?

          —¡Morgan!—Okoye gritó.

           La rubia miró en dirección al centro, encontrándose con la líder del regimiento, quién le indicó con su mano a que se acercase. Irina dudó por un momento, pero luego comenzó a acercarse lentamente hacia el centro. Okoye le miraba de manera seria, mientras que Irina intentaba mantenerse calmada. Solamente sería una pelea, nada más. Al estar frente a la mujer de piel morena, eso era lo que ella pensaba. Pero Okoye fue la primera en golpear con su lanza a Irina. La rubia lo esquivó y se hizo a un lado, la líder soltó un grito de guerra y comenzó a atacarla con su lanza. Golpe derecho alternando con un golpe bajo. Irina los esquivó de manera perfecta. Eso creó un patrón, un patrón que Okoye rompió saltando hacia la rubia con su lanza en alto.

          Irina cerró sus puños y cruzó ambas muñecas, para luego girarlas y abrir ambos brazos con palmas abiertas revelando un poco de aura azul – la cual pronto, se convirtió en negra. La rubia giró su torso a un costado y Okoye salió disparada a uno de los extremos. Irina se mantuvo en una posición firme mientras que, de alguna forma, Okoye se ponía de pie. Al mirarla, Irina Morgan temió lo peor. Hasta que vio que la líder del régimen corría hacia ella a una velocidad impresionante. Irina miró a una de las guerreras y movió sus dedos hacia ella, quitándole instantáneamente su lanza.

          Okoye no perdió tiempo y soltó un golpe con su lanza, el cual fue bloqueado por Irina con la lanza que "tomó prestada". La presión que emitía Okoye era cada vez más intensa e Irina luchaba por mantenerse firme. Morgan miró a Okoye con sus ojos negros, la mujer de piel morena le advirtió—Debes dejar de tenerle miedo a tus poderes, Morgan.

          Morgan cayó al suelo de hierbas al ver que Okoye ejercía aún más presión hacia abajo. Irina intentó utilizar su fuerza sobrehumana – gracias a HYDRA – pero Okoye le golpeó en el abdomen con su pie.

          —Si realmente quieres ayudar, si realmente crees que eres Ultraviolent—murmuró ella—. Deja de temerte a ti misma, deja de temerle a quien realmente eres.

          De alguna manera, Okoye decía la verdad. Ella tenía razón. Ella tenía toda la razón. Había algo que en Sokovia había cambiado en ella. Algo que le rompió luego de lo ocurrido en Nigeria. Era algo que le temía: su verdadero yo. Una persona tan paralela a ella. Alguien que producía tanta...oscuridad. Eso fue lo que terminó por romperla de manera completa. Debía...debía dejar de tenerle miedo.

          Okoye ejerció más presión e Irina la empujó a un lado, ambas comenzaron a luchar con sus lanzas, la líder del régimen atacaba a Irina sin piedad. Algunos golpes con filo y otros sin. En uno de ellos, golpeó a Irina en la mejilla – así cortándola de manera demasiado fina. Irina se tambaleó pero se puso firma para apuntar con la lanza y así lanzarla como a un proyectil. Okoye la bloqueó con un movimiento fino con su propia lanza y saltó para derribar a Irina – quien, claramente, terminó en el suelo. La mujer de piel morena apuntó la cuchilla de su lanza hacia el ojo verde de Morgan, mirándole con absoluta seriedad.

          —No lograrás nada si aún continuas temiéndole a ti misma, Irina.

          E Irina no podía estar más de acuerdo.

━━━━━━━━

editado ✓