Capítulo 6: la sexta nota.

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Martes 04 de Julio de 2017:


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"Querido profesor:

Estoy furiosa. Ayer pasé por la sala de profesores y lo vi sentado sobre la mesa con esa zorra muy cerca suyo coqueteándole. Se que usted solo le hablaba, pero ella no paraba de morderse su estúpido labio y largar carcajadas con cada una de sus palabras, no puedo creer que soporte su espantosa risa aguda. 

Lo noté nervioso con la situación. Pero eso me aterra. ¿Estaba nervioso porque ella le desagrada, o lo estaba porque ella le gusta?  Dios, si la respuesta es la segunda opción no quiero saberlo, me niego a aceptarlo.

Tengo miedo de perderlo, aún sin tenerlo. 

Una aterrada chica. "

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Carolina era solo una amiga para él. Ella era una total preciosidad. Debía admitir que si no trabajasen juntos se la llevaría sin duda a la cama, imaginar las cosas que le haría lo hacía sonreír,  aunque solo lo haría una vez, no podría aguantarla mucho más que eso. Caro era demasiado melosa y pegajosa. Ya estaba todo el tiempo sobre él sin ser nada más que amigos, no quería imaginar como sería si fuesen algo más.  

De igual manera se lo pensaría dos veces, porque después tendría que aguantarla todo el día encima suyo en la escuela. Ese era el problema de trabajar juntos.


Liam volvió a leer la nota, y le dieron mucha risa los celos de su alumnita, y sus declaraciones de amor. 

Estaba empezando a encariñarse sin notarlo. Y eso, era peligroso. A fin de cuentas él era el profesor. El que debía poner el ejemplo y ser firme a su palabra. 



Hablando de Carolina, esa noche ella iba a ir a cenar a su casa. No recordaba como era que había caído en esa situación, pero no le molestaba tanto. En cambio a la niña si que le hubiese molestado si se enterara, por lo visto odiaba a Caro. Cuando ella los había visto juntos, era cuando ella se había invitado a su casa. 

Se puso a pensar si debería mostrarle las nuevas notas a su compañera. Puesto que ella ocasionalmente le preguntaba si aún lo molestaban, a lo que él siempre le respondía que no. Que ya se les había olvidado por lo visto. 

Una pequeña mentira. 

No quería compartir las notas con ella. Pero tal vez debería, para tener un respaldo por si todo se le iba de las manos. Iba a pensarlo.

Por el momento, tenía que ir a comprar algo para cenar. 

Esto iba a estar bueno, él, Joan, Pratt y una mujer hermosa en la misma mesa. Iba a ser una cena divertida. 


La noche transcurrió y la pasó genial. Pratt y Joan, pelearon durante toda la comida, como era de esperarse, cosa que le hacía mucha gracia a Caro. Ella decía que se veían lindos peleando. Y por supuesto, como también era de esperarse, ella acotó un par de veces sobre los buenos genes familiares, cosa que hacia a Pratt muy feliz, él amaba de sobremanera ser admirado, algo a lo que estaba muy acostumbrado. Joan no quedo afuera de esto, Caro seguía insistiendo en que de seguro eramos parientes perdidos, ya que según ella, no podía ser tan bello y no pertenecer a nuestra familia. Por ello, Joan pasó la mayor parte de la cena colorado, los elogios eran cosa aceptada por Pratt no por él.  


Cuando ya era muy tarde, Carolina me pidió que la acompañara hasta su auto, porque ya iba a retirarse. Acepte por supuesto, era muy tarde para que caminara sola, ya que había estacionado a una cuadra de ahí. 

Ella saludó a Joan y a Pratt con un beso en la mejilla, y prometió volver. También aceptó una salida al cine con mi hermano; pero creo que lo hizo solo porque su insistencia no le dejó otra opción.


- Gracias por la cena - me dijo acercándose a mi cuando ya estábamos al lado de su coche. 

- Fue un placer - y cuando iba a seguir hablando para comentarle lo bien que me había sentado que estuviese ahí para distraerme un poco de las peleas de los otros dos, ella me beso. Le correspondí por un instante, no quería ofenderla, pero enseguida me aparté con delicadeza. 

- Caro, ya te había dicho que solo somos amigos - ella me sonrió, y pareció que le importó un comino lo que le dije. 

- Algún día esto va a pasar - me dijo al tiempo que me guiñaba un ojo, y se subió a su coche. - Te veo mañana Liam, adiós.

- Chao Caro - le dije, y me quede ahí unos segundos viéndola irse.


Había sido un buen beso. Tenía que acreditárselo. 






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Querido profesor: ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora