Capítulo 9: la séptima nota.

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"Uno nunca sabe lo que hay dentro 

del corazón de una persona"


Martes 25 de Julio de 2017:


Esa mañana al despertar, lo primero que hizo fue mirar su celular, esperando encontrar señales de su hermano y nada. Suspiró resignado, él no iba a decirle a dónde se había marchado. Solo esperaba que no te metiera en líos por ahí, sus amigos no eran de las mejores personas que se podrían encontrar, y decir eso era ser amable con ellos.


Y así la semana pasó, sin ningún tipo de noticias por parte de Pratt. 

Esa última semana de vacaciones Liam no logró disfrutarla nada. Estaba preocupado por su hermano, y ansioso por llegar a clases para conseguir una nueva nota. Joan lo invitó más de una vez para salir de copas, y siempre se negó. No podía salir, sus ánimos no eran muy buenos. 



Lunes 31 de Julio de 2017:


La vida por fin había vuelto a su cotidianidad. Necesitaba eso. Lo aburrido de su día a día para no volverse loco de tanto pensar en Pratt. Para evitar llamarlo y mandarle mensajes a todo momento. Ya que nunca obtenía respuesta alguna. Parecía que su hermano había desaparecido. ¿Lo habrían raptado?


Y con respecto a su admiradora, ese día en clase tampoco encontró ninguna nota. 


¿Será que Pratt y su admiradora se habían marchado juntos? La idea le fue graciosa, estaba seguro de que su hermano no tendría ningún tipo de problemas en corromper a una niña de 17 años y convencerla de marcharse con él a base de juramentos de amor, que obviamente conociéndolo, serían mentira. Pratt no era de los que se enamoraban. Él solo hubiese robado el corazón de la chica para luego destruirlo y marcharse, sin siquiera voltear a ver el mal que causaría. 

Liam ya sabía esto, él había visto a su hermano destruir el corazón de muchas mujeres.


Pero estaba equivocado sobre algo, su chica de las notas no había desaparecido, ella seguía ahí.

Y una nueva nota iba a aparecer entre sus cosas, al día siguiente.



Martes 01 de Agosto de 2017: 


****

"Querido profesor:

¡Hola! ¿Me extrañaba? Porque yo lo extraño cada día de mi vida en que no lo tengo conmigo. ¿Cómo alguien puede existir sin conocerlo?

Debo contarle un pequeño secreto. El otro día lo vi solo, escribiendo su pequeño cuaderno en una plaza, fue cosa del destino encontrarlo allí, y estuve tentada en ir a hacerle compañía. Hasta caminé hacia usted, pero cuando estuve a unos pequeños pasos de llegar, me arrepentí y me fui.

¿Usted sabe que se muerde el labio cuando escribe? ¿Por qué lo hace? Es malditamente irresistible. Debería ser un pecado que lo haga en publico, lo único que hace es robar suspiros de las mujeres, y le digo que son muchas las que suspiran por usted. Y yo las odio a todas. ¿Quienes se creen que son? Deberían saber que usted es mio. O bueno, mejor dicho, lo va a ser. Pero eso no quita el hecho de que yo soy la única a la que usted va a amar.Ya se va a dar cuenta de eso.

Pd: Le recomiendo revisar su portafolio cuando llegue a su casa. Le he dejado un pequeño regalito. Espero le guste y piense en mi ;)

Lo quiero mucho. Su alumna preferida (sé que lo soy)

Su camino siempre será el mio. "

****



Leyó la nota cuando ya se hallaba en su casa. Acto seguido miró el portafolio, y corrió a él. Le intrigaba tanto saber que había allí. Lo dio vuelta y tiró todo al piso.

- Tal vez me excedí un poco - dijo en un susurro, al ver la cara que Joan, puso al verlo desparramar todas sus cosas en el piso - seguro piensa que estoy loco - pensó luego de hacerlo. Pero no le dio mayor importancia al hecho que de J creyera eso, y volvió su vista a donde hojas, lápices y libros se hallaban desparramados. 

Y ahí estaba. Su regalo. 

Era una tanga rosa, con una L escrita en el medio. Esto le sacó una sonrisa traviesa. Su alumna era implacable. Basta Liam, tienes que controlarte se dijo, ella solo tiene 17 años y es tu alumna.

Mientras aún sostenía la pequeña prenda, Joan se la quito de las manos, y lo miró levantando una ceja. 

- ¿Otra compañera de trabajo enamorada? - Preguntó. Liam se rió y negó con la cabeza. - ¿Carolina?

- No. Una alumna traviesa - Le respondió, y Joan comenzó a reír, tirándole la tanga a la cabeza.

- Sos mi ídolo.

- Ahora dime sex symbol cariño - le respondí guiñándole un ojo a mi amigo. 

- Como si eso fuese a pasar - me dijo Jo entre risas a lo que se arrojaba sobre mi para golpearme y hacerme cosquillas. Hechos que le devolví con todo gusto. 

Y ambos terminamos tirados en el suelo riéndonos como locos. ¿Cómo era posible reírse tanto?


- Liam - habló J, cuando el ataque de risa masivo termino - deberíamos estar en casa de Christian ya.

Mierda. Tenía razón, hoy era el día del partido y habíamos prometido llegar temprano con pizza. 

- ¿Qué hora es? - le dije incorporándome temeroso de la respuesta. 

- Media hora más de lo que debería ser.

- Carajo - agarré a Joan de un pié y lo arrastré hasta la puerta mientras este se reía y me puteaba - te estas poniendo gordo amigo - y eso logró hacer que se pare y me golpee en la cabeza.

- Pongámonos en marcha - me dijo Joan, mientras pasaba su brazo por mis hombros - o van a matarnos - y con eso salimos de la casa, para ir a ver el juego.

- Yo conduzco.





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Querido profesor: ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora