Es imposible matar a una persona a la que amas

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RAQUEL

Nos despertamos y empezamos a caminar de nuevo por el desierto. Casi un mes de ida a la cascada donde habíamos recogido tanta agua y casi otro mes de vuelta, además de 3 pueblos por el medio.

Por el camino, notábamos como las temperaturas estaban subiendo y nuestra temperatura corporal, subía el doble. No había ninguna cueva o ruina por donde estábamos y no teníamos ningún vehículo con el que movernos. Seguimos caminando, no nos quedaba otra, y terminamos por beber. No pudimos evitarlo, en ninguno de los días anteriores habíamos soportado temperaturas tan altas.

Y aquello era extremo.

No pudimos aguantar más y nos tiramos al suelo. Se tiraron directamente para terminar tumbadas sin hacer esfuerzo alguno mientras que yo me tiré de rodillas y dejaba que mi mirada se perdiera en el horizonte. Cuando me iba a tirar para dormir yo también, empecé a escuchar un motor. <Ellos no, por favor, ahora no> pensé.

Miré hacia atrás y los vi. No tardé ni dos segundos en levantarme y sacar mi arco mientras avisaba a las demás para que se levantaran. No tardaron mucho tiempo en llegar y bajarse del coche y aunque no sacaron sus armas, nosotras sí y apuntaban directamente a sus corazones. Ellos nos los habían roto y ahora nosotras se lo romperíamos a ellos. Si nos intentaban atacar.

-¿Por qué os habéis ido esta vez? No os hemos hecho nada.

No respondimos ninguna, no bajamos las armas, simplemente esperamos a que Inma sacara de su bolsillo la nota que encontró y se la tiró arrugada en una pequeña pelota de papel. David la estiró como pudo a pesar de que algunas esquinas se rompieron, se podía leer y la leyeron. Sus ojos se abrieron como platos y se la fueron pasando entre ellos.

David miró a Rosa, quien estaba detrás de mí con la cabeza agachada en dirección al suelo y con las manos en mis hombros para saber mis movimientos. Enseguida me miró e intentó acercarse. En respuesta lo único que recibió fue que le apuntara con el arco. Las demás apuntaban a los demás.

-¿Qué le pasa?

-Nada que te importe.

-Aunque os cueste creerlo sí me importa. ¿Qué le pasa?

-No te acerques o no dudaré en lanzarte la flecha.-dije cuando intentó acercarse. Tensé más el arco por si tenía que soltar la flecha en su dirección.

Nuestras miradas se cruzaron y retándome se intentó acercar recibiendo mi flecha que no dudé para nada en dispararle. Enseguida el resto de los mercenarios se acercaron a él y le sacaron la flecha que le había dado cerca del hombro. Noté la mirada de todas las chicas, Yoli se acercó a mí y me colocó una mano en el brazo para que bajara el arco.

Negué con la cabeza y lo subí aún más. Coloqué otra flecha y me preparé para disparar al siguiente, totalmente segura de que habría otro que intentara acercarse a nosotras. Todos se levantaron menos Álvaro que se quedó en el suelo con David. Carlos fue a sacar su escopeta y aunque no quería volví a disparar y le dí en la pierna, cerca del muslo.

Dani, Blas y Álvaro se pusieron los tres en posición a la vez que yo colocaba otra flecha e Inma sacaba sus pistolas y les apuntaba. En mi punto de mira tenía a Dani y Álvaro y Blas estaban en el de Inma. Carlos y David se quejaban por la flecha en el suelo mientras que el resto nos apuntábamos con nuestras armas sin pestañear y a penas respirando notablemente.

De repente, Inma soltó una de sus balas en dirección a Blas y yo solté la flecha hacia Dani.

-Llévate a Rosa al coche, ahora voy.

Le cogí una de las manos a Rosa y se la entregué a Inma para que se la llevara. Todas se montaron en el coche y lo colocaron a unos metros por detrás de mí.

-Adelante. Dispara-le apunté al corazón sin pensarlo aunque no me veía capaz de disparar.-. Al fin y al cabo ya has disparado a 3 nosotros y a uno de ellos les ha disparado Inma, no creo que por dar a uno más pase algo. Dime una cosa.

-¡Cállate!

-¿En serio pensabas que te amaba?-mis ojos se volvieron vidriosos sin poder evitarlo.-Eres una prófuga de la justicia, en cierto modo me alegro de que encontrarais esa nota así no tenía que seguir fingiendo mucho más.-no lo pude evitar y enseguida empecé a llorar aunque me tragaba cada lágrima que podía.

-Tienes razón. Sería mejor que te matara.

-No sin antes escucharme. Si quieres disparar hazlo. Pero no en el brazo o en la tripa, si no aquí-se señaló el corazón. Le apunté a donde me señaló-. Demuéstrame que eres capaz de disparar. Aunque es imposible matar a una persona a la que amas. ¿O me equivoco?

-Eres una rata.

-No. Soy un mercenario que obedece todas y cada una de las órdenes que le mandan. Y seríamos capaz de matar a quien fuera por agua, al fin y al cabo nos han entrenado para ello. Vamos, dispara. Demuéstrame que no me amas.

No podía.

Esa era mi desgracia y mi condena. Me había enamorado como una completa gilipollas de Álvaro y ahora no era capaz de clavarle una flecha. Era solo soltar la cuerda y la flecha, el resto ocurriría solo. Pero no podía, hasta ese simple movimiento era demasiado para mí y no podía hacerlo.

Resignada, bajé el arco sin dudarlo y me limpié una lágrima con el antebrazo mientras intentaba tragarme las que amenazaban con salir. No podía hacerlo.

Le amaba. Demasiado.

¿Cómo era posible haberme enamorado de él en apenas un día escaso que pasamos juntos? ¿Cómo?

Me dí la vuelta y empecé a andar hacia el coche mientras intentaba olvidarme esa sonrisa maliciosa que se le formó en la cara cuando vio que bajaba el arco, al igual que todo lo que me había dicho. Había colocado una bomba en el núcleo de mi corazón para destruirlo en mil pedazos. Me quité las lágrimas que caían por mi mejilla.

-¡Raquel!-levanté la cabeza y vi que señalaban detrás de mí. Me dí la vuelta y Blas me clavó su cuchillo en el estómago.

YOLI

Cuando a Raquel le clavaron el cuchillo en el estómago enseguida Inma y yo nos bajamos del coche para ir a ayudarla mientras Tania se preparaba para arrancar el coche. Inma fue a ayudarla mientras yo les quitaba a Blas de encima para que pudieran llegar al coche.

Una vez llegaron al coche me llamaron y sin dudarlo, esquivé un último golpe y corrí hasta el coche sin problema alguno. Minutos después, estábamos revisando todas nuestras cosas para ver si nos habían colocado algún rastreador o algo como la última vez.

Con el coche en marcha, me ataron una cuerda a la cintura y mientras me sujetaban yo miraba debajo del coche para ver si lo habían colocado en el. El coche tenía la gasolina completamente llena y nos dudaría un par de días, suficiente para llegar a un pueblo que había cerca. Allí podríamos acercarnos con cuidado extremo para llenar las botellas de agua en la fuente que había a la entrada de cada pueblo.

Llegamos a una ruina donde nos acomodamos y nos acurrucamos y todas en la misma zona. Una vez tranquila me acordé.

-Puedo ayudarte, Rosa. Puedo conseguir medicina para curarte.

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estoy de vacas y este cap ya lo tenia escrito, ais que aqui os lo dejo.

sunire caps nuevos a partir del dia 16 o 17 mas o menos, espero k os guste y tambien rexibir vuestros votos y xomentarios

Un Desierto Inolvidable (Auryn, Make My Day)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora