Aguas, Cascadas y Deseos.

673 23 0
                                    

RAQUEL

Aquel lugar era maravilloso y había agua más que de sobra. Nos estábamos dando un baño en la cascada. Un buen rato después de bañarnos, me salí del agua y me fui a la parte alta de la cascada para tirarme. Cuando me iba a tirar, alguien vino por detrás y me puso una mano en la boca y con el otro brazo me rodeó la cintura.

Unos metros más atrás me elevó un poco en el aire para que no tocara el suelo, y me llevó como quiso a un pequeño lugar en el que se veían un montón de luciérnagas, posadas en el techo todas iluminando la estancia. La visión era maravillosa e indescriptible. Cuando me dejaron en el suelo y me quitaron las manos de encima, di un par de pasos hacia adelante para ver mejor y me volvieron a sujetar de la cintura.

Me dí la vuelta para ver quien era. Era Álvaro. No pude evitar sonreír y acercarme a él.

-Álvaro.

-¿Te gusta?-asentí con una sonrisa en la cara.

-Es precioso, pero ¿por qué me has traído aquí?

-Quería hablar-fruncí el ceño-. De nuestra conversación, nuestra primera conversación.

-Te escucho.

-Me gustó hablar contigo-dijo nervioso e incómodo-. Me sentí a gusto y cómodo hablando contigo, que me entendías y que podía hablar contigo de cualquier cosa. En fin que...

-Yo también-frunció el ceño-. Lástima que todo acabe mal para nosotras.

-¿Por qué lo dices?

-Tarde o temprano vosotros tendréis que matarnos y si no lo hacéis vosotros lo harán otros mercenarios o los jueces y vosotros también moriréis.

-Nos da igual.-se acercó a mí y me rodeó la cintura con sus brazos.

Me eché hacia atrás y él conmigo. Así hasta que llegamos al borde del pequeño lago y ambos nos caímos. No me dio tiempo a coger aire así que inmediatamente abrí los ojos, aunque me escocían un poco, y nadé como pude hasta la superficie. Cogí todo el aire que pude y después me rasqué los ojos y los abrí.

Me dí la vuelta y busqué a Álvaro. No había subido a la superficie así que cogí aire y me hundí para buscarle. Lo encontré y lo cogí por debajo de los hombros hasta dejarlo en el suelo de cintura para arriba. Le intenté reanimar y me acerqué a su pecho para mirar si todavía respiraba. Me alejé unos centímetros escasos para ver si se movía.

Un brazo me acercó a sus labios e hizo que le besara. Supe más que de sobra que era él, pero ni quería ni podía separarme de él puesto que no me dejaba alejarme.

Cuando nos separamos, le dí una cachetada en el pecho y me tiré al agua. Álvaro vino detrás de mí y cuando salimos al agua no le dejé alejarse, lo acerqué a mí, rodeé su cuello con mis brazos al igual que él mi cintura y nos quedamos así un rato.

INMA

-Dani me da igual lo que sepas de armas. No es ni la mitad de lo que yo sé así que vuelve con tus amigos anda.

Dani llevaba toda la mañana intentando llamar mi atención, pero yo no quería hablar. ¡NO!

No podía, no quería acercarme a él. No si luego me tendría que matar o yo a él. Seguía intentando hablar conmigo aunque fueran cinco minutos y aunque no quería, tenía que hablar para que me dejara.

-¿Por qué no disfrutas?

-Por que o nos matáis vosotros u os matamos nosotras. Así que no, me encantaría, pero no. Además, demasiado cariño te he cogido ya como para seguir cogiéndote más.

-Espera un momento, ¿me has cogido cariño?-me quedé sin habla, no podía decir nada.-Por eso no quieres hablar conmigo. Oye, no os vamos a hacer nada podéis confiar en nosotros sin ningún problema.

-No confiamos en vosotros, Dani. Sois mercenarios, no libres. Obedecéis lo que os mandan o si no os matan. Nosotras huimos, y vosotros matáis. Y lo siento mucho, pero no hay más que hablar.-intenté irme, pero me cogió del brazo y me obligó a sentarme en su regazo.

-Me da igual todas las órdenes que me manden para mataros, todas las leyes que me impongan, nada ni nadie me podrá separar de ti.

***

Antes de irnos a dormir, busqué en mi mochila una botella de agua pequeña que tenía guardada, pero me confundí de mochila y miré en la de Dani. Había una nota, más bien un mensaje. Lo leí y era algo así como...

Debéis matar a las ladronas y fugitivas del agua lo antes posible. Ya sabéis lo que pasa si no lo hacéis. Tenéis tres días para hacerlo o si no vais a morir los 10.

Me quedé paralizada. Le enseñé el mensaje a las demás y Raquel y Rosa se paralizaron y sus ojos se volvieron cristalinos. Quedamos en que a medianoche nos iríamos de allí de vuelta al pueblo para terminar la faena. Es decir, volveríamos al pueblo, romperíamos las cañerías y repartiríamos el agua al pueblo.

Después, que fuera lo que ocurriera.

--------------------------------------------------------------

Ya lo sé, más corto de lo común, pero es algo, ¿no?

Un Desierto Inolvidable (Auryn, Make My Day)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora