Una Ruina De Lobos

791 29 2
                                    

RAQUEL

Alcé mi arco y disparé a dos mercenarios que se habían colocado en una fila vertical de camino al jeep. Los atravesé con una sola flecha para quitarme a dos de en medio y que se dieran cuenta d que no nos iban a pillar tan fácilmente.

Todos se dieron la vuelta y antes de que ninguno de ellos pudiera levantar algún arma, nosotras ya tenías todas las nuestras levantadas. Yo mi arco, Inma sus dos pistolas en las manos, Tania varios cuchillos preparados para lanzarlos en cualquier momento, María tenía varias granadas en las manos que lanzaba al aire como si fueran pelotas y las cogía con confianza y sin apartar la vista de ellos cuando se las dejó Rosa, Yoli tenían sus espadas y cuchillos en sus manos.

-No deberías haber hecho eso.

-¿Vas a evitar que os mate a todos, mercenario de pacotilla?

-No si os matamos nosotros primero.

-Has visto que os estamos apuntando nosotras, ¿no?-dije ajustando más el arco. Él respondio con un gruñido.

-Volveremos.

-Sí, pero andando-todos y todas me miraron extrañados-. Nos quedamos vuetro coche que el nuestro se ha quedado sin gasolina y llevamos todo el día y media noche caminando. Estamos agotadas. Gracias, chicos.-dije mientras nos subíamos al coche y hablaba con chulería.

-¡Os encontraremos y no podréis huir de nosotros!-gritaron todos al unísono.

Conseguimos llegar a una ruina poco antes del amanecer en la que todas se quedaron dormidas a los pocos minutos de acomodarnos. Yo me quedé haciendo guardia hasta que nos tuviéramos que levantar para seguir conduciendo.

El jeep tenía el despósito lleno y nos podría durar otro día sin descanso. Dos horas después, Tania se despertó y se sentó a mi lado. Mis ojos iban cayendo del sueño y cansancio que tenía en mi cuerpo. Me despertaba en cuanto me daba cuenta de que me estaba quedando dormida cuando tenía que quedarme de guardia.

-Vete a dormir, anda. Te estás quedando dormida.

Negué con la cabeza y me acomodé para mantenerme despierta. No supe quedarme despierta mucho tiempo más y caí rendida del sueño en el hombro de Tania.

MARÍA

Nada más llegar a aquella ruina, cogimos todas las mantas, nos acomodamos y aunque supimos que era un error, nos bebimos una botella entera de agua. Sobre todo bebió Rosa que necesitaba reposo después de que no se pudiera levantar esta tarde cuando nos encontramos con los mercenarios.

Apenas podía dormir con todo lo que estábamos haciendo, en cuanto nos despistáramos cualquiera de nosotras estaría muerta. Cuando ya no pude dormir más me levanté y caminé un poco investigando la ruina. En la entrada estaban Raquel y Tania, yo decidí irme a la zona más alta de la ruina desde la que se vería todo a nuestro alrededor en un radio de kilómetros.

Por el horizonte pude ver que alguien venía en coche. Más bien en coches. Enseguida bajé y avisé a todas de que los mercenarios nos habían vuelto a encontrar. Todas nos levantamos, algunas se despertaron y recogimos todo lo que teníamos aunque no nos dio tiempo a recogerlo todo ya que habían aparcado los coches en la entrada y estaban entrando.

Enseguida subimos todas a la segunda planta de la ruina y vigilamos sus movimientos cada una desde distintos puntos de la planta. Les hice una seña para indicarles que me dejaran hablar a mí. Enseguida accedieron, me asomé un poco al borde y me coloqué de cunclillas mientras todos se daban cuenta de mi presencia.

Puse cara de trsitesza ya que tenía pensado hacerles creer que algunas habían muerto.

-¿Dónde están las demás?

Un Desierto Inolvidable (Auryn, Make My Day)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora