Sin Confianza NO queda nada

Capítulo 6

Cuando el lunes por la mañana Larry entro en su oficina se sorprendió al ver a Heather sentada en su silla mirando por el ventanal.

– ¿Qué haces aquí?-. Le dijo de forma despectiva.

– Estaba esperándote amor. Quería disculparme por mi comportamiento el otro día. No debí pegarte.

– Pues yo tengo que darte las gracias Heather, gracias a ese comportamiento tuyo, he decidido que me voy a ir de vacaciones.

– ¡De vacaciones! ¿A dónde? Podemos ir juntos, y pasarla muy bien los dos-. Le contesto con voz melosa mientras se acercaba a él de forma provocativa.

– He dicho que me voy yo, no que tu fueras a venir conmigo.

– Pero amor, si vas solo te vas a aburrir mucho, y me vas a echar de menos todavía mas.

– ¡Echarte de menos! ¿A ti? Sigue soñando Heather, yo lo extraño a una persona, y esa no eres tú.

– Bueno como sea-. Dijo Heather enfadada-. No te puedes ir ahora. Ayer le dije a papa que tú y yo estamos juntos y que nos vamos a casar en cuanto te divorcies.

Larry la miró como si hubiese perdido la cabeza, él y ella juntos, ni loco. Pero no le dio tiempo a contestar cuando Patrick, el padre de Heather entró por la puerta.

– Muchacho, que alegría que al fin decidas unir tú vida a la de mi hija, y dejar a la mosquita muerta de tú mujer de una vez y por todas.

– Un momento Patrick-. Dijo Larry furioso-. En primer lugar, no te permito que insultes ni que ofendas a MI MUJER, y en segundo lugar, tú hija y yo no tenemos ninguna clase de relación. Es mas, estoy pensando en echarla de la empresa y ponerle una orden de alejamiento porque no deja de acosarme, a mi y a mi familia y estoy harto.

– ¿Qué? No puedes hacer eso, teníamos un trato-. Gritó Patrick

– Tú lo has dicho, TENÍAMOS. Pero tú hija es una incompetente, no sirve para nada mas que para mirarse las uñas y mirar por su propio bien, son los demás compañeros los que tienen que solucionar todos lo referente al trabajo de tú hija, y ya estoy harto. Es mas, aquí tengo la carta de despido de tu hija-. Dijo Larry sacando una carta de su maletín-. Y mas vale que la controles, si no quieres que la denuncie por acoso.

– Tu no puedes despedirme-. Gritó Heather-. Tú me amas tanto como yo te amo a ti. Tú mujer es una insulsa que no te da lo que quieres, y por eso buscas carió y atención en otros lados, y..

– ¡BASTA!-. Gritó Larry fuera de si.- Sal de mi oficina y de esta empresa ya, si no quieres que llame a seguridad y que ellos te saquen por las malas.

– No hace falta que llames a seguridad-. Dijo Patrick tranquilamente después de ver el arrebato de su hija-. Nosotros nos vamos sin que nadie nos eche. Siento mucho todo el daño que mi hija ha podido ocasionarte Larry, pero me ocupare de ella.

Sin que a ninguno de los dos le diese tiempo a reaccionar, Heather se abalanzó sobre la mesa, cogió el abre cartas que había y se lo clavó a Larry en el vientre. Patrick cogió a su hija de los brazos y la alejó de Larry mientras este se llevaba las manos al lugar donde el abre cartas estaba clavado.

Kathia que había oído los gritos entró para ver lo que pasaba, y al encontrarse a su jefe de esa forma, salió de la oficina y llamó a una ambulancia y a seguridad. Cuando los de seguridad llegaron agarraron a una Heather histérica que no hacía mas que maldecir a Larry el cual se encontraba en el suelo muy pálido y temblando, mientras Patrick le pedía perdón.

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Vannesa estaba en el descanso que tenía en la cafetería cuando la llamó Kathia, ella se debatía entre contestar la llamada o rechazarla, pero finalmente contestó. Cuando Kathia terminó de contarle todo lo que había ocurrido Vannesa estaba paralizada y pálida en la silla. Uno de sus compañeros al verla así se acercó para preguntarle si estaba bien, pero al no obtener respuestas le sacó el móvil de las manos y se lo llevó al oído y una vez que entendió lo que pasaba fue a hablar con su jefe, el cual la acompañó hasta el hospital.