Unos meses después...
Una noche mientras Vannesa dormía comenzó a sentir un dolor punzante en la espalda ya reconocido gracias al otro embarazo. Cuando se incorporó en la cama para despertar a Larry sintió como algo líquido por sus piernas, por lo que rápidamente supo que había roto aguas, sin perder ni un segundo empezó a tocarle el hombro a Larry.
– Larry, amor, despierta.
– ¿Qué? ¿Qué pasa?-. Preguntó Larry con voz ronca al tiempo que se frotaba los ojos y miraba en el despertador que eran las tres de la mañana.
– He roto aguas cariño, hay que ir al hospital.
Larry al oír a su mujer rápidamente se levantó de la cama, y se metió en el vestidor para vestirse, mientras que Vannesa llamaba a su suegra por teléfono para que fuera a la casa para quedarse con Aaron mientras ellos iban al hospital. Cuando Larry salió del vestidor Vannesa estaba colgando el teléfono, por lo que sin perder tiempo Larry ayudó a su mujer a ponerse un vestido veraniego cómodo para ir rápidamente al hospital. Bajaron las escaleras poco a poco, y al llegar a la entrada mientras Vannesa se apoyaba en la pared Larry cogió las llaves del coche junto a la mochila del bebe que habían preparado y justo cuando abrieron la puerta de casa para ir a dejarlo todo en el coche Ingrid aparcaba el coche y salía de el con el pijama, las zapatillas de andar por casa y el pelo todo desordenado. Nada mas entrar en la casa y ver la situación de su nuera Ingrid los apremio a que fueran rápido al hospital si no querían tener el bebe en el coche.
Unas horas después el teléfono de la casa de Vannesa y Larry sonó y una ansiosa Ingrid junto a Alex, Meri y Jessica corrían hacía el para ser los primeros en cogerlo, aunque el primero en cogerlo fue el que menos esperaban.
– Zi-. Dijo el pequeño Aaron-. ¿Ya nació mi hermanita?.... ¡¡¡¡Biiiiiiiiiien!!!
– Hijo, ¿Qué tal todo? ¿Y Vannesa?
– Bien mama, todo ha salido perfectamente. Está tarde traer a Aaron y cuando estéis aquí os presentaremos a la pequeña, y os diremos de una vez el nombre elegido para la pequeña.
– Está bien hijo. Dale muchos besos a Vannesa de nuestra parte.
– Claro mama.
Después de comer todos subieron al coche de Ingrid y se dirigieron ansiosos hacia el hospital. Todos tenían muchas ganas de conocer a la pequeña, pero sobre todo de saber el nombre que Larry y Vannesa habían elegido, puesto que ninguno de los dos quisieron decir el nombre.
Al llegar al hospital subieron hasta la segunda planta y al entrar en el cuarto todos sacaron la mejor de las sonrisas al ver a Vannesa con la niña en brazos. El primero en llegar fue Aaron, que estaba ansioso por ver a su madre y conocer a su hermanita. Al llegar al pie de la cama Larry lo cogió en brazos y tras darle un beso en la mejilla con cuidado lo sentó en la cama para que pudiera darle un beso a su madre y para que pudiera ver a su hermana.
– Mira mi amor, esta es tu hermanita-. Le dijo Vannesa al tiempo que destapaba un poco la carita de la niña para que él la mirara.
– Es muy bonita mami.
– Si claro que lo es.
– Bueno, y ahora ya parejita. Decirnos como pensáis llamar a mi nieta, que por cierto, está hermosa.
– Pues veréis, Larry y yo lo hemos pensado mucho, y ya que él le puso al niño Aaron por su padre, decidimos que esta vez el nombre lo elegiría yo-. Comenzó a decir Vannesa-. Y bueno, como yo tengo que agradecerle mucho a dos personas, pues he decidido que esta bella nena que tengo en mis brazos se llame-. Dijo Vannesa mirando con amor a su hija recién nacida-. Alejandra. En primer lugar en honor a Jessica Alejandra, mi mejor amiga, a la que le debo mucho, y en segundo lugar a Alejandro, mi mejor amigo. Los dos compartís el mismo nombre, por lo que ha sido fácil saber que mi hija llevaría vuestros nombres para agradeceros todo. Y por otro lado, mi niña tendrá algo en común con sus padrinos.
– ¿Qué?-. Preguntaron asombrados Jessica y Alejandro a la vez.
– Si. Cuando Aaron nació escogimos a Meri y a James como padrinos. Por lo que ahora nosotros queremos que vosotros seáis los padrinos de nuestra pequeña.
Sin que Vannesa lo esperara Alex y Jessica se abalanzaron sobre ella con cuidado de no aplastar a la pequeña Alejandra.
Vannesa al verlos a todos allí reunidos no pudo ocultar la sonrisa que le salió al darse cuenta que sin esperarlo había formado la mejor de las familias junto a su marido y sus amigos.
– ¿Por qué sonríes tanto amor?
– Por todos mi vida. Porque estoy feliz de la familia que hemos montado, y porque sé que a partir de ahora seremos felices, todos juntos sin que nadie nos haga mas daño.
– Estoy de acuerdo mi amor-. Dijo Larry besando los labios de su mujer-. Te amor.
– Yo también te amo.
Fin
Espero que votéis y que comentéis para saber que os ha parecido la novela.
Ojalá que leáis mi nueva historia.
Hasta pronto.
Mariam :)
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Sin Confianza NO queda nada
Roman d'amourVannesa Ferguson tiene 23 y desde que se casó tres años atrás tras quedarse embarazada su vida se ha convertido en una rutina diaria que la aburre. Su marido es un gran empresario y trabaja hasta tarde por lo que apenas tiene tiempo para ella y para...