Vannesa salió corriendo del edificio chocándose con Kathia a la salida, a la cual le pidió no le dijera nada a su marido de la inesperada visita. Volvió a casa corriendo, y entro cerrando con un portazo, rápidamente subió las escaleras y se dirigió a su habitación para empezar a hacer las maletas.
Mientras hacía la maleta no podía ni quería reprimir las lágrimas que caían por su cara y le nublaban la visión. Como había podido hacerle eso a ella, le había entregado todo, su amor, su confianza, su primera vez, y ahora no tenía nada.
Estaba metiendo su ropa en la maleta de cualquier manera cuando entró su suegra por la puerta después de dejar al niño en el salón viendo una película. Al verla en ese estado Ingrid le pregunto que le había pasado en la empresa de su hijo, que si las cosas habían ido tan mal como para que estuviera haciendo las maletas de esa forma.
Vannesa necesitaba contarle a alguien lo que había escuchado, por lo que sin poder aguantarlo mas se lo contó todo a su suegra, la cual no se podía creer lo que le estaban contando. Su hijo no podía haber hecho semejante barbaridad, ella no lo había educado de esa forma.
- ¿Que vas a hacer ahora mi niña?- Le preguntó Ingrid con una voz tierna de madre, puesto que para Ingrid Vannesa era mas que su nuera, era como la hija que nunca tuvo.
- No lo se Ingrid, por ahora quiero irme de esta casa, alejarme de él-. Dijo Vannesa tapándose la cara con las manos mientras no dejaba de sollozar.- ¿Puedes hacer una maleta con la ropa de Aaron para poder irnos cuanto antes?
- Claro que si mi niña, pero ¿A dónde vas a ir?
- Por ahora me iré del país por unos días. Aaron no tiene clases hasta dentro de dos meses, yo no tengo ningún trabajo ni nada por el estilo, por lo que no hay ningún problema.
- ¡Irte del país! ¿A dónde?
- Me iré a España con Alex y Meri, después ya veré que hago al volver. Lo único que se, es que no quiero ver a Larry, aunque se que eso es imposible, tenemos un hijo que nos une de por vida.
- Esta bien, iré a preparar la ropa del pequeño.
Una vez Ingrid salió de la habitación, Vannesa llamó a Alex para saber a que hora se iban esa tarde, y para decirle que ella y Aaron también viajarían, al fin y al cabo la familia de Alex tenía un jet privado. En ese momento no quería contarle a nadie mas lo que había pasado, y menos por teléfono, por lo que solo le dio la escusa de que necesitaban unas vacaciones, y que Larry estaba de acuerdo.
Cuando terminaron de hacer las maletas, Vannesa dejó los anillos de compromiso y de matrimonio junto a su móvil encima de la mesilla de noche con una nota para Larry.
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Ingrid todavía no salia de su asombro, ¿Cómo pudo su hijo llegar tan lejos? ¿Cómo pudo echar por la borda todo lo que había construido junto a su familia? Sin pensarlo dos veces, después de que el avión en el que iban su nuera y su nieto, Ingrid subió al coche, y se dirigió a la empresa de su hijo. Una vez en el edificio subió en el ascensor hasta la planta de su hijo, salio y con paso firme se encaminó hasta la mesa de Kathia que al verla formo un gran sonrisa. Después de cruzar unas cuantas palabras las dos entraron al despacho de su hijo, el cual estaba revisando unos papeles.
- ¡Tenemos que hablar!- Dijo Ingrid muy seria asustando a su hijo, pues nunca la había visto tan seria.
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Larry revisaba unos papeles cuando la puerta de su despacho se abrió a la vez que Kathia y su madre entraban.
- ¡Tenemos que hablar!- Dijo mi madre de una forma muy seria que me asustó, mi madre nunca estaba seria a no ser que pasara algo importante.
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Sin Confianza NO queda nada
RomanceVannesa Ferguson tiene 23 y desde que se casó tres años atrás tras quedarse embarazada su vida se ha convertido en una rutina diaria que la aburre. Su marido es un gran empresario y trabaja hasta tarde por lo que apenas tiene tiempo para ella y para...