Eran las tres de la mañana cuando Larry y Vannesa entraban por la puerta de la habitación, esa noche era toda para ellos, ya que Ingrid había decidido llevarse a Aaron con ella. Larry sorprendió a Vannesa cogiéndola en brazos para entrar en la habitación, y ella se sorprendió al ver una camino de velas y pétalos de rosas que llevaban hacia su habitación, en la cual había una foto de ellos el día de su boda, y debajo un cartel en el que se podía leer Suite Nupcial señores McGarret.
Vannesa no sabía cuando había hecho Larry todo eso, entre su familia y amigos, la boda y el cuarto ella no podía parar de reír como una tonta. Pero su sorpresa fue mayor cuando al abrir la puerta encontró sobre la cama y apoyado sobre el cabecero de la misma un cuadro de ellos dos juntos. Un retrato de los dos, era raro, porque el color de la piel parecía en ciertos lugares que era mas claros que en otras partes de las fotos. Y por otro lado estaba el hecho de que ella nunca se había hecho una foto de esa forma con Larry. El único retrato que tenía y si podía llamarse le así era a la foto que tenía en el DNI y la que tenía en el pasaporte, después de eso nada de nada.
– Larry, es precioso, pero esto debió costarte mucho-. Dijo Vannesa mientras apartaba la mirada del cuadro y se giraba para mirarlo.
– Nada es demasiado para ti amor. Podría perder lo ahora todo, y no me importaría. Lo único que me importa en esta vida sois tú y nuestro hijo- Comentó Larry mientras se acercaba a su mujer y le rodeaba la cintura con sus brazos-. Pero todavía no has visto bien el cuadro.
Vannesa sin comprender se acercó al cuadro, y fue ahí cuando se dio cuenta que los retratos estaban compuestos de diferentes fotos de ellos dos desde que eran novios hasta algunas de su boda, e incluso del bautizo de Aaron y posteriores fotos que se le habían tomado al niño. A ella se le llenaron los ojos de lágrimas al ver el trabajo que le habría costado a su marido hacer todo aquello.
Lo que no lograba entender es como había hecho todo aquello sin que ella se diera cuenta. Él casi nunca estaba en casa y las fotos las tenían en diversos álbumes en el salón de la casa, y si él hubiese escogido esas fotos ella le debería haber visto, a no ser que su suegra lo hubiese ayudado.
– ¿Te gusta?-. Le preguntó Larry en el oído sobresaltándola al mismo tiempo que volvía a rodear su cintura con sus brazos.
– Dios Larry, claro que me gusta. Solo que no entiendo como pudiste hacer todo esto sin que yo te viera. Esas fotos las tenemos en casa, en el salón, y yo no descubrí nada, a no ser que tú madre te ayudara.
– No, mi madre no tiene nada que ver. Todas las fotos que tenemos en esos álbumes en casa las tengo yo en otros en mi despacho de la empresa. Así, cada vez que os extrañaba demasiado, o que mi día era algo complicado los sacaba y mi día al momento mejoraba, lo de extrañaros no se solucionaba, pero me conformaba-. Le contó Larry mientras la hacia girar entre sus brazos-. Por otro lado mi madre si tiene que ver, ella una vez me dijo que si quieres algo tienes que luchar para conservar ese algo en tú vida, por lo que empecé a planear todo esto cuando nuestro hijo y tú os fuiste de vacaciones esas dos semanas. Yo sabía que había cometido un error, que tú confianza en mi se había terminado, pero confiaba en que tú amor por mi fuera tan fuerte como el que yo te tengo a ti. Y sobre todo confiaba en poder reconquistarte otra vez. Este viaje lo había planeado desde un principio, y siendo sincero pequeña, sabía que no ibas a aceptar, por lo que incluso estaba tentado de utilizar a nuestro hijo para convencerte de que este viaje en familia era buena idea. Pero al final las mentiras de esa tipa quedaron a la luz el día que me hirió por lo que no tuve que utilizar a nuestro hijo, y aunque tú confianza en mi no es tan plena como antes, se que todavía me amas tanto como yo a ti, y me lo acabas de demostrar volviendo a repetir nuestros votos matrimoniales-. Mientras hablaba Larry le limpiaba a Vannesa las lágrimas que iban cayendo por sus mejillas-. Y esto que ves aquí, el cuadro solo son nuestros retratos formados por un collage de las cosas buenas que has traído a mi vida, lo mas importante que tengo en ella, que es mi familia. Y si yo tengo esta familia por la cual dar todo es gracias a ti. Porque tú una vez confiaste en mi, confiaste en nosotros, nos diste una oportunidad cielo, y eso te lo agradeceré eternamente. Porque desde que tú entraste en mi vida la mejoraste, pero cuando me diste a nuestro pequeño, simplemente la completaste. Gracias mi vida, gracias por haberme elegido como tu amigo, como tu amante, tu compañero y sobre todo por elegir hacer tu vida a mi lado. Te amo-. Dijo al tiempo que tomaba el cuadro en sus manos y lo dejaba sobre un sillón que había a la derecha de la cama, para luego volver a posicionarse delante de ella.
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Sin Confianza NO queda nada
Roman d'amourVannesa Ferguson tiene 23 y desde que se casó tres años atrás tras quedarse embarazada su vida se ha convertido en una rutina diaria que la aburre. Su marido es un gran empresario y trabaja hasta tarde por lo que apenas tiene tiempo para ella y para...