Recostada en el asiento del copiloto, con el cinturón de seguridad cruzándole el pecho, miraba por la ventana, sin ver nada más que las luces que iluminaban la autopista que estaban cruzando, camino a casa de Paula, a las doce y media de la noche. Aun les quedaba un largo viaje, así que seguramente llegarían alrededor de las tres de la mañana a casa de la madre de Alexander.
Era un largo viaje, pero era algo que le era familiar. Y que hacia... casi un año que no hacían. Mucho tiempo, pero después de todo, habían estado muy ocupados. Ella con exámenes y prácticas y el con sus misiones. Cada una de ellas duraba un tiempo distinto y nunca conseguía acostumbrarse a ese desbarajuste temporal, pero al menos, ya no era tan malo como antes. Y sabia que el tenia el doble o triple de cuidado cuando salía en sus misiones. Lo que le daba cierto descanso, también.
Una mano grande y cálida frotando su barriga, atrajo su atención. Mirando hacia abajo, vio como Alex trazaba suaves círculos sobre su abdomen. No había nada que sobar aun, estaba plana como una tabla en esa región, pero era muy tierno ver que el intentaba conectar con su bebe.
--¿Cómo vas?
Girando la cabeza, lo miro y sonrió, pese a que el tenia puesta la mirada en la carretera. Mirando su perfil, sonrió un poco más. ¡Era tan guapo! Cinco años, y aun a día de hoy, seguía suspirando los vientos por él, en cuanto se fijaba en su rostro. O sus ojos. Eso sí que era una perdición total. Esperaba que su bebe, sacara el mismo color de ojos que Alex. Ese sería un rasgo que amaría que su pequeño tuviera.
--Bien. Cuando conduces es como ir flotando. No me entero de nada.
El sonrió.
--Aunque hace mucho que no hacíamos esto ¿Eh? Se siente bien volver a viajar en coche.
--Si. Me gustaría incluir al bebe en esto, cuando nazca.
El la miro por un momento y sonrió ampliamente.
--El primer lugar que visitaremos, será el pueblito donde te pedí que te casaras conmigo ¿Qué te parece la idea?
La emoción bullo dentro de ella al oírlo.
--Me encantaría. Sería perfecto, Alex.
--Bien. Pues es una promesa. Cuando nazca y tenga un par de meses más o menos, le llevaremos allí.
Recorrer cada ciudad o pueblo que ellos visitaron durante sus días de noviazgo, seria increíble. Amaría tener fotografías de su bebe en los lugares en los que ellos estuvieron tiempo ataras, disfrutando de su noviazgo juntos.
Cinco años de noviazgo... o más bien de compromiso, mágicos, en los que había aprendido muchas cosas. También había crecido y no tenía nada que ver con cumplir años, si no con las experiencias. Ella maduro y fue capaz de afrontar una relación a distancia, durante algunos meses o semanas. Fue duro, pero la hizo fuerte y su relación también se fortaleció por ello. Y ahora, su relación se hacía más bonita, gracias a la futura llegada de un bebe.
El mantuvo la mano sobre su barriga. Sentía como la calidez de su piel traspasaba la camiseta que llevaba puesta y era reconfortante, como siempre. Su toque era calmante. Cerrando sus ojos, respiro hondo y se reacomodo en el asiento.
--Duerme, te despertare cuando pare para repostar.
--Hace mucho que no viajamos juntos y quiero disfrutarlo.
El agarro su mano y se la llevo a los labios.
--Aun nos queda la vuelta, Itzi y podemos salir de nuevo, cuando quieras.
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Mi Soldado; Esperando a...
RomanceEsto es una mini temporada, que cuenta la historia de algo que, creo que la gran mayoría quería, y es la llegada del sueño y deseo de Alexander e Itziar. No se de cuantos capítulos constara, pero espero que lo disfrutéis.