Pese a que tenía gustillo por cocinar, las masas no eran lo suyo. Sintiendo como aquella mole pegajosa, se adhería a sus manos y dedos, hizo una mueca de asco y trago saliva intentando contenerse. No le gustaba aquella receta. Si Paula se la hubiese enseñado cuando no estaba embarazada, habría sido un éxito absoluto, pero en esos momentos, cuando la más mínima cosa le producía nauseas, no había sido una buena idea.
--Tienes que echarle más harina, cielo.
Instruyo Paula con voz amorosa, situándose a su lado, observaba la masa que tenia pegada a la piel. No solo la textura era asquerosa, el olor de la levadura, era aun peor. Se estaba poniendo mala, literalmente. No iba a poder acabar de hacer la receta, y le daba pena, pues era algo que pasaba de suegra a nuera, en la familia Acker.
La mano de Paula se apoyo con cuidado en su brazo, y se inclino para mirarla a la cara. Al verla, sonrió con ternura y la agarro de las muñecas, tirando de ellas saco sus manos de la masa a medio hacer.
--Lávate bien las manos, y siéntate en la mesa.
Dijo ella, al comprender que aquello la superaba. Al menos hasta que la apoca de nauseas y mareos se acabara, ella no iba a poder aprender aquella receta.
--Gracias.
Suspiro, dirigiéndose al fregadero, se deshizo de toda aquella pringue que tenía en las manos y se las lavo dos veces, para quitarse el olor de la levadura de la piel. Secándose las manos con una toallita de papel, se sentó en la mesa de la cocina y observo desde una distancia, más o menos, segura a las otras dos mujeres. Sus amigas elaboraban la receta perfectamente, siguiendo los pasos que Paula marcaba con facilidad. Ella también hubiese podido, si su pequeño alborotador, se lo hubiese permitido.
Amaba saber que había un pequeño bebe creciendo dentro de ella, pero los cambios que su cuerpo hacia para adaptarse a esa nueva vida, a veces la sobrepasaban. ¡No podía hacer nada! Y aunque estaba mentalizada, diciéndose a sí misma que era una etapa que terminaría al inicio del segundo trimestre de embarazo, los días se hacían eternos cuando se encontraba mal. Cada embarazo era un mundo, y sabia que no tenia porque tener uno igual de malo, si decidía ir a por otro bebe, cuando el que esperaba naciera, pero aun así... era un pensamiento que iba a dejar aparcado por unos cuantos años.
Sobándose la parte baja del vientre, allí donde su pequeñín crecía, ella suspiro reclinándose contra el respaldo de las sillas de madera que había alrededor de la mesa color miel. Anne le lanzo una mirada divertida, mientras amasaba su masa sobre la encimera.
--¿Cómo vas?
--Mejor. Desde aquí no me llega tanto el olor de la levadura.
Ella sonrió abiertamente, golpeando con las manos.
--El embarazo de Kevin, fue así.
Comento Paula, que observaba a sus pupilas, sentada en un taburete de la isla de desayuno sobre la que trabajaban las chicas.
--Yo estaba igual que tu, Itzi. Pero durante la primera semana del segundo trimestre, el malestar se fue yendo y me quede, con lo que todo el mundo dice, que es la luna de miel del embarazo. Y no se equivocan. Ya lo veras tu misma.
--Eso espero.
Suspiro ella, frotando la palma de su mano sobre su vientre. No sabía si se volvería loca, si tenía que aguantar nueve meses en ese estado. No solo por el malestar, si no porque no estaba segura, de si iba a estar acompañada durante todo el embarazo de Alexander. No creía que le diesen tanto tiempo de descanso, y a decir verdad, tenía miedo de tener que afrontar la última etapa ella sola. No quería recibir sola la llegada de su bebe. Pero siendo la pareja de un miembro de las fuerzas especiales, era lo primero que tenía que esperar. Alex era un hombre muy solicitado en el trabajo, así que tenía que hacerse a la idea de que el día que su bebe decidiera nacer, muy probablemente, tuviera que estar sola. Iba a ser un día un poco agridulce, pero ella ya sabía, desde hacía años, que salir con alguien como Alexander, conllevaba a que tuviera que ser fuerte. Y no podía echar marcha atrás en esos momentos. Ella había madurado, y sería capaz de dar a luz a su hijo, sin la presencia de Alex.
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Mi Soldado; Esperando a...
RomanceEsto es una mini temporada, que cuenta la historia de algo que, creo que la gran mayoría quería, y es la llegada del sueño y deseo de Alexander e Itziar. No se de cuantos capítulos constara, pero espero que lo disfrutéis.