Tumbada sobre su costado en la cama, mantenía una mano hundida en el pelo corto de Alex, mientras este seguía en una nube por haber podido ver por primera vez a su hijo a través de una pantalla, cuando el médico le hizo la primera ecografía del embarazo. Los análisis de sangre que se hizo al poco tiempo tras hacerse el test de embarazo, confirmo que efectivamente, estaba en cinta. Esperaba un bebe, que llevaba cinco años soñando con tener. Y aun así, su médico aplazo la ecografía hasta la semana 12 de gestación. Y ahora que tenia las imágenes de su bebe en la mano, ella estaba en estado de shock. Era una realidad. Dentro de su vientre estaba creciendo una nueva vida, que era parte de la persona que mas amaba en el mundo. No podía creerse que tenía un pedacito de Alexander con ella.
Deslizando los dedos por el cabello de su chico, sonrió sin poder evitarlo, cuando este volvió a frotar una vez más su nariz contra la piel de su abdomen. El hombre parecía estar flotando. Desde que habían llegado a casa, y ella se tumbo para descansar un poco, el no fue capaz de separarse de ella por un solo segundo. En el momento que su cuerpo toco el colchón, el subió su camiseta y expuso por completo su vientre.
Alexander estaba muy feliz de convertirse en padre. Ambos habían tenido muchas ganas de tener un bebe, pero por las circunstancias no fueron a por él. Ellos quisieron esperar a que ella se graduara de la universidad, con una carrera bajo el brazo y un trabajo al otro lado de una puerta, donde ella era la dueña de la llave para comenzar a ejercer como maestra. Ya no dependía de sus padres. Y se había independizado. El camino que ellos quisieran marcar a partir de ahí, era bienvenido.
De esa forma fue que llegaron al embarazo. Y ninguno de los dos se arrepentía. Sobrepasaron todas las metas que se pusieron antes de concebir una nueva vida, y ya nada les impedía afrontar la nueva dirección de sus vidas. Iban a convertirse en padres, estaban muy orgullosos de ese hecho.
--¿Cuándo será capaz de decirnos el sexo del bebe?
Sonriendo, miro hacia abajo para ver a Alex. Su chico estaba de cara a ella, con un pesado brazo cruzado sobre sus piernas. Su rostro permanecía hundido en su vientre, como si de esa forma pudiese conectar más fácilmente con el bebe.
--No lo sé, quizás para la próxima.
--Si no estoy aquí, escanea la ecografía y mándamela.
--Lo hare. Serás el primero al que se lo diga.
Era una realidad que ambos sabían, que era posible que el no pudiera estar para ninguna de las próximas ecografías donde se pudiera ver a su hijo. De modo que ella ya tenía pensado pedir cita para hacerse una ecografía 4D, y así poder mandarle el video a él. Iba a hacerle partícipe del embarazo, tanto como pudiera y le permitiera la distancia. Y en realidad, ese era uno de los motivos, por el cual estaban decorando el cuarto del bebe, cuando solo estaba de doce semanas y dos días.
Alex tenía tanto derecho como ella de dar a conocer su opinión sobre todo lo relacionado con el embarazo y su hijo. Y nadie iba a quitarle ese derecho, ni siquiera su trabajo. De eso ya se encargaría ella.
Llevaban esperando ese bebe cinco años, y nadie iba a interponerse en su camino de disfrutar de su llegada. Le daba igual quien lo intentara, lo mandaría a volar con una buena patada en el culo. Era la prometida de un militar, y como tal era muy capaz de sacar las uñas para defender los derechos de los suyos.
Arqueando una ceja con sorpresa, observo como su chico se erguía sobre su codo y la observaba.
--Creo que tu madre te ha inscrito en algunas revistas para bebes.
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Mi Soldado; Esperando a...
Roman d'amourEsto es una mini temporada, que cuenta la historia de algo que, creo que la gran mayoría quería, y es la llegada del sueño y deseo de Alexander e Itziar. No se de cuantos capítulos constara, pero espero que lo disfrutéis.