6. El beso.

9.6K 1.2K 282
                                    

ANTES DE LEER, MEJOR MIREN EL CAPITULO ANTERIOR, QUE QUEDÓ PARTIDO A LA MITAD POR WATTPAD Y YA LO ARREGLÉ. VOTA, COMENTA Y COMPARTE. GRACIAS POR EL APOYO QUE HA RECIBIDO ESTA HISTORIA. YA PUEDEN SEGUIR CON SUS KAISOO FEELS. BYE.

Drago miraba con recelo a JongIn, tal vez por el hecho de que era un chico gato y él odiaba a toda clase de gatos. Los gatos siempre eran presumidos y sólo buscaban a las personas por comida. No quería que su amo fuese víctima de alguno.

— Drago, ven aquí— Lo llamó su dueño y el can no dudó en correr hacia él. Lo recibió en sus brazos, acariciando su pancita con dulzura— JongIn, haz lo mismo, ven— Murmuró con una sonrisa.

El chico gato, envuelto en papel de burbujas para mayor seguridad, se acercó desconfiado al pastor alemán.

La nieve le molestaba un poco, era demasiado fría y ocultaba lo verde del pasto en el patio de KyungSoo. Esa mañana, cuando despertó junto al mayor, se sorprendió un poco al verse rodeado de cajas de colores y que afuera estuviese todo blanco. Se preguntó como llegaron esas cajas hasta allí, por lo que había mecido a su compañero algo aterrado. Se soprendió cuando el recién despiesto le sonrió y le dijo que eran sus regalos. Y lo peor, era que él no le había entregado uno.

El chico, al ver las orejas caídas del minino porque no sabía que en esa festividad se compartían regalos, le propuso algo. El mejor regalo que podía recibir, era que se llevara bien con su perro.

Y allí estaba, tratando de acariciar la panza de ese animal, rodeado de nieve fría y envuelto en burbujas, pero con un KyungSoo muy feliz y juguetón.

— Calma, Drago. Es un gato bueno— Le acarició el pelaje el mayor. JongIn mientras tanto, sintió la caliente pancita del cachorro. Definitivamente, una sensación muy agradable para sus manos.

— ¿Ves? No es tan difícil— Felicitó KyungSoo rascando detrás de las orejas puntiagudas del menor. A la misma velocidad que se acercó, se levantó.

— Se sintió extraño— Admitió, disimuladamente rodeando al bajito por la cintura y posando la cabeza en su hombro. La mejilla rellenita de su futuro dueño estaba tan calientita.

— ¿Si? ¿Por qué no tratas con algo más?— Cuestionó, tomando un frisbee y girándose para ponerlo entre las manos de JongIn.

Le indicó como debía atraer la atención del canino primero y luego la manera en que debía lanzarlo. En el primer intento, el perro no fue tras el objeto, convencido de que no iría por algo que lanzó un desconocido, más si se trataba de un felino, sin embargo, no pudo luchar contra sus instintos perrunos y el humano junto al híbrido, lo observaron correr detrás del platillo volador verde y atraparlo con la boca.

— Wow...— El moreno lucía sorprendido, luego se volteó a mirar a KyungSoo— ¡¿Yo puedo hacer eso D.O?!

— Eres un gato Nini— Rió— Los perros son los que hacen esa clase de cosas ¿Comprendes?— Explicó tomando el frisbee del hocico de su mascota.

JongIn miró al bajito correr junto a su animal. Inevitablemente sonrió, escuchando la risa escandalosa de KyungSoo calar sus oídos. Con cuidado de no resbalar con la nieve, corrió hasta los dos y se unió con ellos en su juego -o mejor dicho, el juego del ojón, porque era el único que creaba dichos ángeles  de nieve sobre el suelo.

Se levantó y miró la silueta que había creado.

— Parece un diablo por mis orejas y cola— Se refunfuñó. El blanquito se burló a carcajadas del dibujo y Drago se encargo de orinarlo, despertando la risa en su interior.

JongIn cerró los ojos mientras pegaba su mejilla al cabello de KyungSoo. Entre las manos de cada uno, reposaban tazas de chocolate caliente, mientras que Drago dormía plácidamente en las piernas de ambos, con el mentón clavado en la rodilla de su dueño. Al parecer el can ya aceptaba un poco a JongIn, y sólo un poco, porque a veces meneaba su peluda cola para llenar de pelos su bebida.

Kitten (KaiSoo) ||Editando||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora