24. LM.TM.KM.

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JongIn nunca había entendido los consejos que alguna vez su buen amigo Taemin le dio. Desde que el primero falló, dejó de seguir poniendo en práctica los otros creyendo que tendrían el mismo destino.

- Es muy simple, JongIniee. A mi me funcionaron con Min- Sonrió dándole palmaditas en la espalda- Sólo debes empezar con besitos inocentes, aunque si se da, aprovecha y usa la lengua- JongIn asintió tomando nota mental.

Y justo al día siguiente, en el consultorio de Kyungsoo, le pasó la lengua por toda la mejilla. Aún no olvida la expresión ajena cuando lo miró a los ojos. Él se quiso morir allí mismo de vergüenza.

Ahora, si podía comprender los otros consejos de su amigo. Entendía que significaba marcar el cuello de Kyungsoo, por un momento había creído que debía orinar esa parte de su dueño, y agradece que no lo hizo porque hubiese sido desastroso.

La piel de Kyungsoo era extremadamente suave. Sus manos se deleitaban al pasearse por su cintura desnuda y seguían su recorrido hasta sus muslos. Le encantaba que la piel se le estremeciera cuando la punta de sus garras la recorrían y que sus gruesos labios lo besaran a él también.

No supo en qué momento exacto llegaron a la habitación, mucho menos en qué momento sus prendas de vestir ya no estaban en su lugar. JongIn sólo podía pensar en su amo, en lo ronco de sus gemidos, en la manera que se movía sobre su cuerpo.

- Te amo, Kyungsoo- Murmuró de repente, haciendo que el bajito detuviera su sensual movimiento y lo mirara.

- Yo también te amo, JongIn- Sonrió desde arriba, inclinándose para conectar sus labios y abrazarlo por el cuello.

JongIn llevó sus garras hasta el trasero del bajito, enterrando sus uñas en la tierna carne. Seguro dejaría marcas, pero era su instinto, le encantaba dejar claro lo que era de él.

Y Kyungsoo era suyo.

Kyungsoo volvió a mover sus caderas con sensualidad sobre su pelvis, haciendo que su bulto creciera y que muchas corrientes se desplazaran a la parte baja de su estómago. Tomó la cintura del blanquito y giró sobre su propia espalda hasta dejarlo debajo. Las rellenas piernas se amarraron sobre su cintura y los gruesos labios rosas le mordieron el lóbulo de la oreja, causándole cosquillas y provocando que soltara risas casi inaudibles.

Su lengua recorrió el pecho del mayor hasta llegar a uno de sus pezones. Succionó con lentitud mientras cerraba los ojos y Kyungsoo sujetó con fuerza el borde de su almohada mientras gemía ronco el nombre del moreno.

- Me encanta todo de ti, Soo- Susurró dejando besos por todo su pecho, marcando zonas especiales que notó sensibles en el mayor.

Kyungsoo cerró las piernas en el momento en que la lengua ajena llegó hasta su pelvis. Su erección chocó contra el cuello del alto y se sonrojó de tope al sentir los besos bajar.

- Jo-JongIn, espera- Trató de detenerlo, sin embargo, el moreno se deslizó hasta sus muslos, besando la parte interna de estos también.

A Kyungsoo le agradaba de cierta manera la lentitud que estaba teniendo el muchacho, pero al mismo tiempo ya quería que lo dejara de mirar con esos ojos tan inocentes. Lo estaba matando.

- ¿Quieres que te sobe?- La pregunta lo desconcertó. Miró hacia abajo, la posición en que el moreno estaba lo volvió a acalorar.

'¿Que me sobe qué?'

Sin tener idea, asintió. Minutos después las manos del chico envolvieron su longitud desde la base hasta la punta. Kyungsoo cerró los ojos y gruñó, aferrándose a la sábana de la cama.

Kitten (KaiSoo) ||Editando||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora