Chanyeol había llamado hace un mes avisándole a Baekhyun que su estadía en casa de Yoora se alargaría. Sin embargo, el minino no se había tomado del todo bien la noticia. KyungSoo ahora tenía que lidiar con un gato deprimido que insistía en mordisquear sus plantas cada vez que estaba ansioso, tal y como dijo el orejón. Pero la decoración de su casa pasó a segundo plano cuando el gato deprimido dejó de comer y estaba adelgazando considerablemente. Hace dos días que el híbrido no salía de debajo de la cama y no tenía ni idea de que hacer.
Hasta que halló la solución: Debía enseñarle a usar un teléfono para que se comunicara con su dueño. En sí, él no halló la respuesta al problema, fue Jongdae quien le ayudó un poco cuando le comentó la situación, dándole la idea.
- Y aquí puedes hacer una videollamada- Señaló el botón en el táctil. Baekhyun lo miró confundido y procedió a explicarle que significaba lo que había dicho. Sonrió un poco cuando observó los ojos del mínimo iluminarse como esferas y corresponder a su gesto por primera vez en todo lo que llevaba en su casa.
Cuando Chanyeol aceptó la videollamada, apareció con el ceño fruncido, preguntándose porque el veterinario le había mandado esa solicitud, sin embargo, su rostro se relajó al notar a su gatito detrás de la pantalla.
- ¿¡Cha-channie!?- La voz del pequeño sonó entrecortada, sus ojos comenzaron a lagrimear y sus labios formaron un puchero que le pareció adorable hasta a KyungSoo, quien tuvo que quedarse al lado del chico gato porque su mano estaba siendo estrangulada por el mismo, y no veía forma de liberarse. Pero aun así, se sentía aliviado. además, todo ese tiempo había estado pendiente del híbrido rubio, por lo que había descuidado un poco a JongIn, dejándolo excluido en algunas ocasiones.
Baekhyun había terminado de conversar con Chanyeol y había aceptado la comida que su, por ahora, casero le brindó, luego de haber sido regañado por su dueño por la mala condición de salud que tenía.
Terminó su leche y se transformó a gato, sintiéndose perezoso como nunca, además de las caricias que el ojón le brinadaba lo relajaban. Al final quedó dormido entre los brazos del susodicho. Este dejándolo encima de una almohada para ir en busca de su gato, que tal vez estaba enojado con él.
Tal vez.
- JongIn, baja de allí- Ordenó por quinta vez, observando al susodicho encima de los estantes de la cocina. Para el bajito no era un problema que estuviera allí, pero no le agradaba que el moreno estuviera en forma humana, ya que ese mueble parecía que en cualquier momento iba a caer.
- Nop. Aquí voy a vivir a partir de hoy porque tú no me prestas atención- Habló acomodando una almohada que no sabe de donde sacó, y recostándose sobre ella.
- Nini, estás siendo infantil- Refunfuñó el blanquito, cruzandose de brazos en su lugar.
- No. Nada de Nini, a partir de hoy soy JongIn para ti, como tú KyungSoo para mí.
- Ni...-
- JongIn- Corrigió dándole la espalda en su nueva cama.
- JongIn, sé que te he descuidado un poco, pero prometo no hacerlo más. Perdoname ¿Si?
- Hablale a mi cola-Musitó moviéndola con elegancia.
- Oh, vamos. Ya te prometí que no pasará nunca otra vez. Dime ¿Cuándo he roto una de mis promesas?
- Esa vez que dijiste que me llevarías al parque, pero en realidad fuimos a que me vacunaran. ¡Aún me duele mucho!
- No exageres, eso fue el mes pasado y un pinchazo no hace daño.
- Pues, los gatos somos muy sensibles. Todavía recuerdo las frías manos de esa mujer que te ayudó a neutralizarme, cada noche de mi vida sueño con ella y su frialdad- Un escalofrio lo recorrió. El ojón suspiró frustrado por la terquedad del gato gris. Pasó ambas manos por su cabello y estiró los labios en su dirección a pesar de que no lo veía.
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Kitten (KaiSoo) ||Editando||
FanfictionCuando KyungSoo, un veterinario de alto rango con serios problemas para socializar, se encuentra con un chico gato desprotegido y maltratado en medio de la nada, no duda en acogerlo como si fuera suyo, sin tener idea de que este minino se metería en...