Capítulo XII

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Hacía meses que Hell no se ponía nervioso con una cena. Con un traje de Armani, a Hell no le temblaban las manos. La voz tampoco. Era una sensación extraña, ¿iba a conocer a la familia de Kiara? ¿Desde cuándo se presentaba a los padres de sus novias? Bueno, a efectos técnicos, Trevor Wolf no era el padre de Kiara, sino su abuelo. Y Kiara no era cualquiera; Kiara era todo menos cualquiera. ¿Había que seguir un protocolo distinto cuando de abuelos se trataba? Le apetecía meterse una raya, pero no se arriesgaría a cagarla aquella noche. Lo había amenazado. Solo de pensarlo le hervía la sangre.

Kiara, sentada sobre la cama, revisaba la disposición de los cuadros para la galería de arte. Todavía no le había preguntado adónde iba, pero Hell sabía que no tardaría mucho tiempo antes de que se le pasara por la cabeza. Estaba tan condenadamente adorable.

-¿Vas a salir?

-Tengo una cena –Hell se ajustó la corbata y las mangas de la camisa.

-¿Con quién?

Como había rogado en su interior, Kiara se mostró despreocupada. No sospechaba, de momento. La noche anterior le había costado un par de mentiras aplacar su instinto innato a la hora de oler los problemas. Le había dolido cada palabra, cada sonrisa impactada contra el corazón de Kiara. Había funcionado, ¿no? Tenía que hacer hasta lo imposible por mantenerla con él. Incluso mentir, mentir hasta que ambos sangraran.

-Con Logan y Rosa –contestó controlando la voz -. Un tío de Manhattan quiere hablar conmigo.

-¿Volverás muy tarde?

Esa era una buena pregunta. Le preocupaba más volver, el tiempo le traía sin cuidado.

-Supongo.

-Era por esperarte DD y yo.

-No, no os quedéis despiertos por mí. Volveré tarde.

Kiara no contestó. No había apartado los ojos de la tablet. Demasiada confianza en Hell, tal vez. Ser malpensada en esta ocasión podría librar a Hell de un par de golpes. En el peor de los casos, tiros. ¿Qué habría hecho de haberlo sabido? Exigir ir con él. Lo irónico de la situación era que Hell iba a conocer a su abuelo antes que ella. Joder, que si era irónico...

-¿Voy bien? -preguntó Hell colocándose frente a ella – Oye, ¿no se suponía que habías dejado el tabaco?

-Estás muy guapo –Kiara sonrió y obvió su pregunta -. Te quiero, vida.

-Y yo a ti, preciosa.


* * *


Los labios de Rosa permanecían curvados en una media sonrisa. Llevaba un traje de tweed muy favorecedor a su tono de piel. Parecía relajada, algo que Hell habría deseado para sí mismo.

-¿Vienes solo?

-¿Vienes solo?

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Heroína (Saga Adrenalina III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora