Capítulo XIX

5.7K 532 42
                                    

El trayecto a casa fue tenso. Hell sabía que Kiara tenía algo que decir pero no lo haría; no discutiría ahora. Tenía las rodillas magulladas y olía bastante mal. A Hell ese tipo de cosas no le importaban viniendo de Kiara.

-Lo has matado – afirmó.

-Ajá.

-¿Apuñalado?

-Ajá.

Silencio. Hell quería preguntar algo y no sabía cómo. Se suponía que Kiara no actuaba así. Es más, aquel comportamiento tranquilo e indefenso era más propio de la Kiara de antes, la Kiara a la que nadie le había hecho daño. ¿Qué diantres pasaba en esa preciosa cabecita? A veces habría querido zarandearla y comprobar si algo salía de sus oídos, algo maligno, como una pasta negra y viscosa que se la hubiera estado comiendo por dentro.

-Diez han sido por ti.

-¿Humh? - Hell se había quedado embobado.

-Lo he apuñalado treinta y dos veces. Diez han sido por ti.

-Oh, cariño, no digas eso... - contestó.

Hizo un leve ademán de estirar el brazo para atraerla hacia él, pero recordó que no debía hacerlo. El miedo al rechazo era más fuerte que la necesidad de contacto con ella.

-Quiero que lo sepas, esas diez han sido por ti. Y otra diez por mí. Y dos por la inercia.

-¿Y las otras diez?

Kiara apoyó la cabeza en el cristal de la ventanilla, confusa. Hacía cálculos en su cabeza. Diez por Hell, diez por ella, dos por la inercia... Treinta y dos... ¿Dónde estaban las otras diez?

-¿Crees que estoy loca? - susurró.

"Por supuesto que lo creo", pensó Hell, "Estás completamente loca, amor mío".

-¿Quieres que sea sincero? - no lo aguantaba, tenía que soltarlo – Pienso que algo raro te pasa, Kiara. Tú también lo piensas. No me gusta hablar de estas cosas contigo pero... La noche en la que volvimos a encontrarnos después de un año, en la boda. Te cargaste a esos tíos. Les aplastaste la cabeza. ¿Habías hecho algo así antes? De verdad necesito... Es que, ¿ves? Te callas. ¿Por qué te callas? Somos adultos y tenemos una relación de más de dos años, deberíamos ser capaces de... Y luego está el puto mafioso, Puma. También te lo cargaste, después de dejar inconsciente a Yvonne. Y yo, de verdad que no puedo más porque esto no funciona así, Kiara. Esto es una relación. ¡Yo te lo cuento absolutamente todo!

Tensó las manos alrededor del volante. Inspirar, expirar, inspirar,expirar...

-No me vengas ahora con el papel de víctima – dijo Kiara con evidente cansancio -. Tú no me lo cuentas todo y yo tampoco te lo voy a contar a ti, ¿sabes por qué? Porque entonces nos mataríamos.

-Dime una sola cosa, Kiara, una sola que no te haya contado.

Habían entrado a la ciudad y Hell ni siquiera miraba por dónde iba. Conocía el trayecto de memoria. A veces se preguntaba si podría conducir si se quedara ciego, y probablemente la respuesta fuera sí. Al menos en Nueva York.

-No me contaste, por ejemplo, lo de Blue.

Aquello se sintió como una patada en el estómago.

-No pensé que... Fue antes de que tú y yo...

-¿Fue el qué? Porque todavía sigo esperando una explicación a estos tres putos días encerrada.

Kiara había ido alzando el tono de voz. Se le habían encendido las mejillas y lo miraba con rabia.

Heroína (Saga Adrenalina III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora