Gonzalo y sus gustos

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Cuando vi aquello no pude evitar preguntarme quien habria hecho ese mural de fotos, si Alfonso o Gonzalo, asi que decidí preguntarles a ellos en lugar de imaginarme cosas que no eran, pero justo cuando iba a salir de la habitación entró Gonzalo gritando: ¡Espera! No abras el.... mierda.
Nina: Hola Gonzalo, ¿el mural lo has hecho tú?
Gonzalo: No quería que nadie se enterase, pero si, desde que llegué aqui estoy comenzando a sentir algo por Jardani, y no puedo pararlo.
Nina: No se porqué pero creo que te entiendo.
Gonzalo: ¿Tú también estás enanorada de alguien Nina?
Nina: Quien sabe... No lo sé ni yo.
Gonzalo: Bueno... ¿me prometes que no le dirás esto a nadie?
Nina: Te lo prometo, pero, ¿por que no le confiesas tu amor?
Gonzalo: No creo que el sienta lo mismo por mí, y todavía no le quiero tanto como para salir con él, simplemente me gusta un poco.
Nina: ¿Te gusta solo un poco pero le haces un mural de fotos con corazones en tu armario?
Gonzalo: Bueno vale, si fuera por mi ya le habría dicho lo que siento, pero como sé que lo unico que conseguiré es que se aleje de mí...
Nina: Entiendo. Bueno, tengo que seguir limpiando, tendrías que esconderlo más, cualquiera que habra el armario lo puede ver.
Gonzalo: Vale, gracias.
Salí de la habitación de Gonzalo y fuí a la habitación de Ruth y compañía, al parecer habían quitado las fotos de los ovarios y Ruth había llenado toda la habitación con sus dibujos e imágenes de Olaf, era tan kawaii... Ruth es muy infantil, eso le hace kawaii.
Después me pasé por nuestra habitación y me fijé en que la cama no estaba hecha, asi que la hice yo misma, debajo de la almohada encontré una carta, era de Lucía, ponía de quién era pero no para quién. Hize la cama y puse la carta encima de la mesita. Salí de la habitación y me encontré a Lucía en la puerta, cuando vió que había hecho la cama se puso pálida, me dijo:
¿No habrás leído la carta verdad?
Yo le dije: No, la he puesto encima de la mesita, pero no la he leído.
Lucía: Ah, bueno (dejó de estar pálida cuando escuchó mi respuesta).
Nina: ¿Pasa algo con la carta?
Lucía: No, nada nada, no es nada, de verdad (ahora se puso roja).
Han pasado dos días desde aquello y no puedo imaginarme el porqué tuvo esa reacción, supongo que lo descubriré tarde o temprano.

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