Mi psicólogo es un psicópata

De regreso a todo

Cambié mi horario, salía a las doce ahora, pues a la una treinta eran las visitas en el edificio central de la policía y aunque Cristhian, el policía se había ofrecido a ayudarme, me dijo que respecto a la hora sería imposible cambiarla o ajustarla a mi gusto.. ése día el último maestro se extendió demasiado.. y de la escuela al edificio tenía que tomar un taxi, en camión tardaba mucho. Salí cerca de la una diez y eran treinta minutos en carro, sólo hay una hora de visita y tenía que irme rápido, tomé un taxi y como era de esperarse.. Cristhian estaba en la puerta, me bajé corriendo del taxi sin pagar y llegué corriendo con Cristhian

-Hola señorita Jane, vienes tarde

-Lo sé...! ¿Podrías pagar el taxi? Te lo pago al salir, por favor

-Claro señorita

Seguí corriendo hasta el lugar de visitas, Alexander no estaba arrestado pero lo trataban como a un preso.. tenía que "contestar" al teléfono para hablar con él a través de un vidrio que me impide tocarlo..

-¿Te tratan bien? ¿Cómo has estado?

-Bien pequeña Jane, ¿y tu? Supe que cambiaste tu horario.. no debías hacerlo, no me tardaré mucho en salir, de hecho.. el viernes ya salgo..

-Si, lo sé sólo pedí cambio temporal, en el momento que yo quiera puedo cambiarlo de nuevo

-¡Ay niña! Siempre te preocupas por mi.. no debes hacerlo...

-Te quiero mucho Alexander, entiende eso

-Jaja y yo a ti Jane, por eso mejoré mi comportamiento

-Entonces eso significa que no tienes problemas, ¿verdad?

-Algo así...

-Ya te peleaste al menos una vez, ¿cierto?

-El saldo se acabó jajaja

-Jajaja tonto! No lo hagas, te tardarás en salir

-Perdona pero sabes que tenía que hacerlo

-Lo sé jaja

Me respondió con una leve sonrisa y después sonó la chicharra.. Las visitas habían terminado

-Supongo que ya es momento de que te vayas pequeña Jane

-Si.. Cuídate mucho! Te quiero, mañana vendré, esta vez puntual

Nos reímos colgando al mismo tiempo, sonreí al verlo alejarse, no le quité la mirada de encima hasta que se me perdió de vista, caminé lentamente a la salida, una mano me tomó el hombro, volteé discretamente y vi el anillo de compromiso que reconocería siempre

-¿Cuánto te debo?

-Dejalo así señorita, mejor ocupa tu dinero para el taxi de regreso, ya te lo pedí, espero no tarde.. ¿Cómo está Alexander?

-Dice que bien.. pero no lo creo..

-El detective William lo ha citado mucho últimamente..

-Tal vez sea eso lo que siento que lo pone mal o de malas

-Supongo que si señorita..

Un claxon interrumpió la plática, ambos volteámos, era el taxi

-La próxima vez hablaremos mejor, ¿sale?

-Claro señorita, te acompaño..

Caminamos hasta el taxi y me abrió la puerta trasera..

-Con cuidado por favor

Sonreí y cerré la puerta sin nada más que decir mas que agradecer con la cabeza y despedirme con la mano...