Tras habernos juntado tanto, mi familia decidió invitar a cenar a Alexander. Yo no estaba segura de que sucedería ni de cómo decirle: "mi familia te invita a cenar". Aún no salía de la escuela así que tenía tiempo para pensarlo hasta la salida, pues Alexander estaría en la puerta de la escuela para entonces. Las clases pasaban rápido y yo no tenía idea de cómo le diría, mi familia no lo conocía <<su aspecto será lo primero que criticarán...>> me dije a mí misma.
Sin darme cuenta ya habían dado las tres quince, hora de salida.-Jane, ¿Es cierto que el chico que viene por ti es tu novio?- Dijo Sally con esa hambre de chisme que la caracterizaba.
-No digas tonterías, Sally, sólo es un amigo mío
-¡Ah! Es que... Bruno está diciendo eso y sólo quería comprobar
-Ya sabes como es Bruno, no deja de inventar tonterías y chismes.
-Pues sí, bueno Jane, te dejo, yo ya me voy y parece que tu "amigo" ya llegó, nos vemos.
Sally se fue, caminé a la salida y vi a Alexander sentado, volteó a la puerta y al verme se levantó.
-Creí que te gustaba tanto la escuela que ya no querrías salir- Se rió levemente
- Ja-Ja-Ja tonto- Estiró la mano en señal de darle mi mochila, accedí pues estaba algo pesada para mi y era muy raro que hiciera eso
-¡Y luego dices que no tienes novio!
Solté un suspiro de fastidio y traté de ignorar a quien había gritado eso, Bruno. Alexander me miró y regresó la mirada a su espalda.
-No soy su novio y en caso de que lo llegara a ser, sería mucho mejor que tú en eso.
Levanté la mirada a la altura de sus ojos, estaba molesto y yo helada por sus palabras, se volteó, empezamos a caminar, pasó su brazo por sobre mi hombro y hay hacerlo pint'dedo en dirección a Bruno de forma discreta.
-¿Ese idiota te molesta? - Dijo mirándome sin que yo respondiera el gesto
-No es como que me importe lo que él dice-. Seguí sin verlo
-Ay niña...- Sacudió mi cabello suavemente y seguimos el camino
-Oye- Interrumpí el silencio. -Eh...mi familia hará una cena ésta noche-. Dije nerviosa y jugando un poco con mis dedos.
-Ajá- Dijo sin mostrar mucho interés a mi comentario.
-¿Irías?- Lo solté sin más.
-No lo se, estoy ocupado- Dijo aún indiferente aunque sorprendido por mi extraña invitación.
-Es que...- Tragué saliva -Tú eres el invitado de honor- Aclaré.
Sus ojos son pequeños, pero por ésta ocasión parecía que se saldrían de sus cuentas
- ¿¡Y-Yo!? - Dijo exaltado, preocupado, diría yo.
-Sí, mi mamá te quiere conocer y mi papá también... ¿irías? Por favor- Insistí.
Me vio y volteó al camino, estábamos por llegar al condominio
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Mi psicólogo es un psicópata
De TodoSus ojos negros.. las ojeras debajo de éstos.. su piel pálida y cabello negro.. eran algo habitual para mi ahora que él también confiaba en mi y ambos hablábamos.. y no solo yo.. es mi mejor amigo... me apoya.. me escucha... me ha dado consejos de v...