Una semana después...
Rin - de nuevo sábado, según mis padres hoy llega el nuevo mayordomo. Para cobrar sus servicios tan caros debió de haber llegado lo antes posible, ¿no? Me cepille el cabello, ya estaba arreglada, pues tenía planes para ir a otra fiesta, ya que mis padres nuevamente salieron de casa, seguramente están en las oficinas. Bajé las escaleras mientras acomodada mi enorme moño blanco que suelo utilizar al centro de mi cabeza, sin embargo, cuando bajé la mirada, dejé caer mi bolso, abrí mis ojos cual platos y me quedé paralizada en el penúltimo escalón.
Leo - creí que habías prometido no volver ir a otra fiesta sin nuestro permiso.
Lily - Rin...pequeña...
Rin - ¿q-quién es ese tipo?
Dije señalando con mi dedo índice a un chico bien vestido, este se acercó a mí de una manera bastante formal, tomó mi mano y la beso ligeramente, ocasionando un sonrojo en mis mejillas.
- Len Kagamine, señorita Kobayashi.
Explicó para después dar unos pasos atrás y volver sus dos manos a la espalda baja, mi padre bajó la mirada y mi madre me dedicó una sonrisa.
Rin - n-no estoy lista para esto, no quiero que alguien me cuide - dije algo nerviosa.
Leo - Rin, ¿estás bien?
Rin - ¡no quiero papá, no!
Lily - hija, tranquila.
De momento todo comenzó a dar vueltas, logré ver las siluetas de mis padres acercándose a mí para saber lo que me pasaba, mi cabeza comenzó a doler y me sentía mareada, lo último que logré ver antes de caer rendida fue la silueta del mayordomo con una mirada fría. 'Esto es una pesadilla'
Intenté abrir mis ojos, sin embargo esto me resultaba un tanto difícil por la luz que invadía el lugar, frote mis ojos para poder abrirlos, poco a poco la imagen se notaba menos borrosa, un ligero bostezo salió de mi boca y miré a los lados, al parecer estaba en mi habitación, en cama, debo admitir que bastante cómoda, lo que me alteró de sorpresa fue el ver a un chico exprimiendo una tela en un pequeño recipiente, abrí mis ojos cual platos, el chico volteó a verme y se dirigió a mí con esa tela húmeda.
- veo que ha despertado, señorita Kobayashi.
Rin - d-dime Rin, ¿qué sucedió?
Dije rápidamente y de forma alterada.
- se desmayó - dijo para después poner esa tela sobre mi frente - ¿le apetece algo de comer?
Rin - ¿dónde están mis padres?
- me temo que han salido de viaje.
Rin - ya veo...
- bueno - dio unos pasos atrás - soy Len Kagamine, su mayordomo, tengo 18 años al igual que usted y, estaré aquí hasta que sus padres me lo ordenen.
Rin - ¿qué intenciones tienes?...
Len - brindar mis servicios, claro está.
Rin - bien, sólo dejaré algo en claro. No te quieras sentir con el derecho de poder tocarme.
El chico me miró fijamente a los ojos, intentó sonreír pero al parecer no podía, bajó la mirada, dio un pequeño suspiro y dirigió su mirada nuevamente a mí.
Len - como usted ordene, señorita Rin.
Rin - b-bien...ammm - dije sentándome en la orilla de la cama - tengo que...salir.
Len - me temo que no puede salir, aún tiene fiebre y no permitiré que vaya a una fiesta de ese estilo.
Rin - ¿estás de broma? Tú sólo eres mi mayordomo, no me mandas.
Len - mis servicios no son comunes, señorita, debería saberlo.
Rin - con que a eso se refería mi padre con que me harías cambiar... - bajé la mirada - bueno, suerte con ello, de cualquier forma no puedo quedar mal con los chicos, así que saldré quieras o no.
Dije, me levanté de la cama y estiré mis brazos, me dirigí a mí tocador, me senté en la silla frente a este y comencé a cepillar mi cabello, después de unos minutos de silencio total, tomé otro bolso, coloqué dinero en este y me dirigí a la puerta, sin embargo, y antes de que pudiera tomar la perilla, Len tomó mi mano de una manera delicada, lo miré un poco molesta y el seguía con una mirada fría.
Len - me temo que aún tiene fiebre y no puede salir así.
Rin - eres un fastidio desde el primer día, ¿he?
Len - no saldrá de aquí hasta que se encuentre en perfecto estado.
Rin - observame.
Dije algo molesta y tomé la perilla, antes de poder girarla sentí un fuerte movimiento, abrí mis ojos cual platos y cuando menos me di cuenta, en un abrir y parpadear de ojos, Len me tenía contra la pared, aún con sus ojos fríos.
Rin - ¿¡q-qué demonios te pasa!? ¡Sueltame! ¡Espera a que mamá y papá se enteren de esto!
Len - y es por ello que han firmado un contrato, señorita.
Explicó y me soltó, lo miré bastante sorprendida, el chico tomó el recipiente con el agua que había salido del trapo, también tomó este, abrió la puerta, salió, y antes de volver a cerrarla me miró por aquella rendija que aún quedaba.
Len - en un momento le traeré algo de comer, por el momento, descanse un poco - finalizó y cerro la puerta.
'¿Qué demonios le pasa?' suspire bastante molesta y me senté en mi cama, 'los odio mamá y papá'
- estaba cocinando, hace unos días me contrataron, de momento escuché que alguien entraba a la cocina, supuse que era la señorita Rin, así que volteé con una sonrisa, pero tiré la cuchara de la comida y pegué un pequeño grito, abriendo mis ojos cual platos al encontrarme con un jovencito bastante bien vestido con un recipiente y una pequeña tela con agua en él. El chico me volteó a ver fríamente y dejó las cosas sobre el fregadero.
- d-dios, disculpé usted, n-no sabía que había visitas - dije y recogí la cuchara.
Len - soy Len Kagamine, el nuevo mayordomo, no se preocupe.
- ¿mayordomo? Ya veo, bueno, soy la cocinera, Lila, mucho gusto.
Dije limpiando mis manos con mi delantal, una sonrisa se posó en mi rostro y ofrecí la mano al jovencito para saludarlo.
- mucho gusto, señorita Lila - dijo saludando.
- bueno - solté una carcajada - ya soy una señora, ¿no ves este cuerpo tan relleno que tengo?
Empecé a reír un poco, y aunque el chico se notaba bastante frío, después de unos segundos comenzó a reír ligeramente conmigo. Su risa era muy agradable, cálida, relajada y sobre todo un poco silenciosa.
Len - ya veo, bien, es un placer trabajar junto a usted, Lila san.
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Mi querido mayordomo...*rinxlen*
RandomEscribí este libro hace 500 años, por favor ten en cuenta que era mi época de cringe. ¿Alguna vez has querido tener un mayordomo que al mismo tiempo sea tu guardaespaldas y tu diario personal más confiable? Pues Rin no. Rin Kobayashi, una chica de 1...