Escribí este libro hace 500 años, por favor ten en cuenta que era mi época de cringe.
¿Alguna vez has querido tener un mayordomo que al mismo tiempo sea tu guardaespaldas y tu diario personal más confiable? Pues Rin no. Rin Kobayashi, una chica de 1...
Rin - es agradable que te puedas llevar bien con Amane y pasar tiempo con ella, pero me parece algo tonto ocultarlo de tu madrastra.
Len - yo no tengo nada que contarle, ahora que mi padre no está, simplemente ella...no es nada para mí - dije con las manos en los bolsillos y la mirada baja sin detener nuestra caminata.
Rin - bueno, supongo que tienes razón en cierto modo, pero, mejor no hablemos de eso, ¿a qué se deben tus repentinas ganas de dar un paseo por el parque?
Len - ¿a caso no puedo invitarte sin una buena razón? - pregunté algo enfadado mientras me ponía frente a ella para detener su paso.
Rin - ¡hey! El día de hoy parece que estás de mal humor, solo preguntaba, ¡tonto!
Len - ¡no me grites!
Rin - ¡tú eres quien ha empezado el alboroto!
Len - ¡no es cierto! ¡Tú hiciste esa irritante pregunta!
Rin - ¡parece que estás en tus días!
Len - ¡no es gracioso, mocosa!
Rin - ¡Len, ya calmate! - pidió aún un poco enfadada, colocando una mano serca de mi mentón intentando calmarme.
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Rin - un pequeño silencio invadió la ocasión, dejando nuestras miradas mudas, pero entrelazadas, sin apartarse una de la otra, penetrando casi la mirada del otro. El gesto fruncido de Len poco a poco desapareció, hasta que finalizó el alboroto con un pesado suspiro. Bajó la mirada y tomó mi mano, apartando esta de su rostro, pero, sin soltarla.
Len - no estoy en mis días - dijo en un tono de berrinche, tal como un niño que insiste en probar su inocencia.
Rin - ya lo sé, tonto - dije quitando un poco de tensión al ambiente.
Los rayos anaranjados del atardecer bañaban delicadamente cada parte de ese enorme parque lleno de verde y hermoso césped, casi como una escena de película.
Cuando Len por fin se había decidido a dirigirme la mirada nuevamente, simplemente me perdí en sus ojos, no pude evitar caer en esas penetrantes pupilas que no hacían más que mirarme y parpadear de vez en cuando. Len me pidió disculpas por lo sucedido, a lo que accedí sin pensarlo dos veces, pero, sin hacer alguna otra cosa, volvimos a casa.
Al regresar notamos que Lila San ya se había ido, vaya que el tiempo se había ido volando, pues incluso las estrellas ya iluminaban el cielo. Entramos a mi habitación aún con un poco de tensión en el ambiente, pues el mal humor de Len había desaparecido, pero tal vez no quería explicarlo, y por eso no ha dicho ni una palabra.
Len - lo siento.
Rin - ya me habías pedido disculpas en el parque, además dije que no pensaras en eso, tonto - le dediqué una cálida sonrisa mientras me sentaba en el borde de mi cama.
Len - en verdad, me gustaría explicarte la razón por la cual me sentía de mal humor, pero es que simplemente no encuentro otra razón que no sea el estrés... Creo que me siento algo insatisfecho conmigo mismo, ¿sabes?...
Rin - suele suceder... - dije comprendiendo por completo aquel sentimiento que ya había experimentado tiempo atrás - pero cambiar eso depende de ti - sonreí.
Len se quedó con la mirada perdida en quién sabe dónde, pero después de un minuto, se puso de cuclillas frente a mí, mirándome nuevamente con esos ojos que hipnotizan con facilidad, que te invaden sin previo aviso, sin siquiera pedir permiso. Mirándome hacia arriba como si yo estuviese más alta, por el simple hecho de estar sentada al borde de la cama, y él por estar de cuclillas en ese suelo que simulaba ser de madera.
Len - gracias, mocosa.
Rin - ¿eh? - pregunté confundida por no saber la razón de su agradecimiento.
Len - siempre estás aquí, ¿no? Para decirme lo que necesito escuchar - y una cálida y tierna sonrisa iluminó su rostro, haciéndome caer rendida.
Rin - me has ayudado más de lo que crees, ahora es mi turno, ¿o no? - le devolví la sonrisa.
Un pequeño pero agradable silencio se hizo presente, permitiéndonos mirarnos fijamente, como si cada parpadeo valiera más que mil palabras, como si estuviésemos diciendo todo y nada a la vez. Su mirada era tan cálida que me hacía olvidarlo todo, era tan protectora que me hacía sentir tan segura, pero sobre todo, era tan sincera que era increíble, algo que es difícil de ver hoy en día, algo que me hacía sentir afortunada por el simple hecho de tenerlo frente a mí. Nuestros labios se juntaron cuando menos nos dimos cuenta, cerrando los ojos para fortalecer el sentido del gusto, saboreando cada segundo de aquel beso tan cálido, tan lento que hacía latir rápido el corazón.
Len - saborear esos perfectos labios era aún mejor que cualquier otro manjar, era simplemente como el paraíso, un paraíso en el que los problemas son sólo nubes y las pesadillas rayos de sol. Rin colocó sus manos en mi cuello, aumentando mis ganas de explorar un poco más en su boca, y disminuyendo las ganas de separarme de ella.
Me levanté lentamente sin dejar de disfrutar esos perfectos labios, sin poder evitar mis acciones, sin poder pensar antes de hacer algo, la incité a recargar su cabeza sobre la cama, mientras yo me colocaba sobre ella, apoyando mi peso en manos y rodillas, disfrutando el simple hecho de tener el control de la situación.
Claro que por mi mente, el único pensamiento que logró bagar, fue el hecho de que debía ser cuidadoso con Rin, debía ser lo más suave posible en cada una de las acciones que realizara.
Pensamientos posiblemente posesivos comenzaron a llegar a mi cabeza, y es que, simplemente, quería ser el primero y el único en tenerla de esta manera, quería ser el único que tuviera el conocimiento de aquel sabor tan exquisito que tenían sus labios. Quería ser el único que pasara momentos así con ella.
Nuestras lenguas empezaron a juguetear entre ellas de una manera exquisita. Cada vez tenía ganas de más, y más, y más. La respiración de Rin se agitó ligeramente con aquel juego de saliva, aquello que ambos, teníamos deseos de llevar a otro nivel.
¿debo ser sincero? Quiero hacerla mía...
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Pues nada, que me llegó la inspiración y salió este sensual capítulo....sensual 7u7 okya xD jajajajaja por fin lo que tantos pedían!!! Sé que valgo madres porque lo puse mil años después, pero es mejor tarde que nunca, ¿no?...no?...ok u.u jajajajaja bueno, asegúrense de no estar serca de alguien mientras lean el siguiente capítulo, puede que l@s agarren con las manos en el lemon :v jajajaja sayonara!