Escribí este libro hace 500 años, por favor ten en cuenta que era mi época de cringe.
¿Alguna vez has querido tener un mayordomo que al mismo tiempo sea tu guardaespaldas y tu diario personal más confiable? Pues Rin no. Rin Kobayashi, una chica de 1...
Rin - había dormido de maravilla, mi cama jamás había sido tan cómoda, simplemente genial. Intenté abrir los ojos, y, aunque la luz que entraba por mi ventana me dificultaba hacerlo, aún así lo logré después de parpadear bastante. Me senté en cama, recargando mi espalda en la cabecera de esta, tallé mis ojos ligeramente y miré a mi lado. Len no estaba, pero en su lugar, había una hoja amarilla, la cual me dispuse a leer, no sin antes arquear una de mis cejas.
Necesitamos hablar, ¿recuerdas? Lamento no tener el valor para decirte esto en persona...pero...es tan difícil...sólo te pido por favor que vayas al parque de la ciudad... Rin...fue hermoso todo lo que hemos pasado......
Abrí mis ojos cual platos al terminar de leer, mi corazón se aceleró en un instante y mis manos empezaron a temblar ligeramente. Dejé caer la carta y froté mi cara sin querer pensar en ella. Esto me estaba preocupando, incluso un nudo se formó en mi garganta, pero sólo sabría el propósito de Len al llegar al parque.
(...)
Después de un relajante baño que logró calmarme un poco, y un delicioso desayuno que quitó mi hambre, fui por mis llaves y salí de casa, no sin antes explicar a Lila San lo que sucedía, a lo que ella, por alguna razón, simplemente no reaccionó de alguna manera especial. Eso me preocupaba un poco en cierto modo.
Mientras caminaba veía a parejas felices pasar a mi lado e incluso enfrente de mí. Todos ellos reían y hacían cosas lindas, algunos cosas ridículas, pero no parecía importarles que otras personas los vieran, eso me recordó cuando Len y yo jugábamos a las atrapadas. Eso ya no ocurre a menudo. Recordar lo anterior me puso un poco triste, incluso me dio nostalgia, pero me limité a negar ligeramente con la cabeza y seguir mi caminata.
Cuando por fin llegué al parque vi a Len sentado en una banca, con la cabeza agachada, sus codos apoyados en sus rodillas y sus dedos jugando nerviosamente entre sí. Di un pequeño suspiro intentando calmar mi acelerado y nervioso corazón, sacudí un poco mi blusa y caminé hacia él.
Rin - Len - capturé de inmediato su atención.
Len - Rin, estás aquí - habló con la voz temblorosa y se levantó para quedar frente a mí - creí que tardarías un poco más.
Rin - todo esto es muy extraño, quería llegar aquí lo antes posible. ¿Qué pasa? Dijiste que querías hablar - dije un poco nerviosa y triste a la vez.
Len - sí, bueno... - puso una mano en su nuca - es algo complicado...creo.
Rin - sólo dime qué pasa...
Len - hemos pasado cosas geniales juntos - puso su mano en mi hombro - y jamás las olvidaré.
Rin - L-len...
Estaba segura de lo que pasaría, él me dejaría, me iba a botar. No quería, ¡no quería aceptar la realidad! ¡¿Qué hice mal?! ¡No!
Len - creo que has sido de las mejores cosas que me han pasado.
Rin - Len... - bajé la mirada con un nudo en la garganta.
Len - aún recuerdo aquella vez en el Festival que te dije "tu porcentaje". Jamás me había divertido tanto como ese día. Fue el mejor día de mi vida...pero...
De un momento a otro...todo se derrumbó.....
No quería aceptarlo No quería creerlo Quería regresar el tiempo Me preguntaba qué había hecho mal
No quería estar ahí
Quería taparle la boca
Quería rogarle que se detuviera
Quería golpearlo y abrazarlo a la vez
Quería tomar su camisa y no soltarlo nunca
Quería llorar
Cerré los ojos
¿Quieres ser mi esposa?
Abrí mis ojos cual platos y miré hacia abajo, ahí estaba Len, mirándome con una sonrisa nerviosa y una caja en su mano, que, cuando cubrí mi boca con mis manos, éste abrió. Lágrimas brotaron de mis ojos...
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