Rin - Después de un largo y aburrido viaje en el avión, por fin habíamos llegado a nuestro destino, sin embargo, no fue necesario despertar a Len, ya que éste lo había hecho por su cuenta minutos antes de finalizar el viaje. Todos tomamos nuestras maletas y salimos del avión.
Miku - ¡por fin el hermoso París! Es maravilloso, ¿o no, Len kun?
Por un momento olvidaba que Miku aún tiene planes de conquistar a Len. Debería rendirse, él es muy terco, además, ¡es mío!...no...espera un momento...
Len - ¿mh? Ah, sí - dijo al parecer con algo de sueño.
Todos seguimos las debidas indicaciones de la directora y la seguimos en grupo para evitar que alguien se desviara del camino. Minutos después llegamos a uno de los hoteles más prestigiosos del mundo, era el hotel Ritz, y, a causa de esto, todos nos quedamos atónitos, pues era muy extraño que nos fuésemos a quedar en un hotel tan lujoso sólo por una excursión escolar, pero después la profesora aclaró tal duda, o, algo así, ya que su explicación nos dejó aún con más dudas.
- el mismo dueño del hotel Ritz nos ha invitado a quedarnos en su hotel, ha mencionado que absolutamente cualquier servicio será gratuito y que podemos quedarnos un día extra, sin embargo, eso último no será posible, bueno, el profesor les dará las indicaciones de cómo llegar a sus habitaciones.
Y así fue, el profesor de matemáticas nos dio las debidas indicaciones, y, para mi mala suerte, mi habitación había quedado muy lejos de la de Len, pero, eso no era lo peor, pues, para colmo, él había quedado junto a Miku. Nos dirigimos todos a nuestras habitaciones sin excusa alguna para dejar nuestro pequeño equipaje.
Len - el hotel Ritz...esto es raro..¿por qué el dueño de un hotel tan prestigioso nos invitaría a quedarnos de manera gratuita?
Miku - no lo sé, pero vamos, hay que disfrutar - dijo adelantándose de manera ansiosa.
Rin - Len, dormiste casi todo el viaje.
Len - ¿eh? Ah...tenía sueño.
Rin - ya lo había notado. Últimamente evitas hablar conmigo, ¿hice algo malo? - cuestioné sin interrumpir nuestra caminata por el hotel, aún con mi maleta en mano y con una cara de desilusión.
Len - para nada, es sólo que he estado un poco ocupado, eso es todo.
Rin - ya veo...
Así, me despedí de Len y me fui a mi habitación.
Len - al entrar en mi habitación, no me sorprendí en lo más mínimo por nada en especial, así que sólo dejé mi maleta sobre aquella enorme cama y me senté en la orilla de esta.
Siento saber algo sobre este hotel, me parece demasiado conocido... Pero eso no debía capturar mi atención, así que decidí dejarlo a un lado y pensar en lo que haría para mí propuesta, debo decir que me sentía muy nervioso, no tenía idea de cómo había que hacerlo, o como resultaría, todo lo que sabía era que quería hacerlo...y ese día, sería mañana.
...
Rin - a la mañana siguiente desperté con más sueño que energías, sin embargo, el servicio a la habitación llegó justo segundos después con mi desayuno. Me percaté que había algo bajo el plato, y no era una servilleta, así que la tomé con cuidado, al parecer era una carta, y, aunque era sorprendente o extraño, me dispuse a leerla.
La creatividad es algo que toda poseen, unos en menor cantidad que otros, otros en mayor cantidad que muchos, pero al final, el propósito siempre puede resultar bien o mal. Peter Pan primero entonó un dulce canto con las sirenas, habrá que encontrarlas, y así encaminarte hacia la búsqueda de un tesoro, que, aunque tal vez no sea muy valioso, la curiosidad siempre te pedirá hacerlo.
No entendía muy bien la carta, pero realmente me dejaba intrigada, lo más extraño, era que en la parte de enfrente no tenía escrito el nombre de nadie, ni siquiera una firma, sólo tenía mi nombre y la hora de las 2:00pm. No pude evitar la tentación, quería buscar a dichas sirenas, pero, ¿dónde podría encontrar algunas? Y mejor aún, ¿qué sería aquel tesoro?
Me levanté ansiosa de la cama después de desayunar, tomé una refrescante ducha, me coloqué mi mejor ropa, y salí de mi habitación con aquella carta en mano, buscando las sirenas que me dirían hacia donde seguir.
Era obvio que la carta era de Len, me di cuenta hasta minutos después de analizar la carta, pero, al buscarlo, no había nadie...¿me estará esperando en algún lugar? ¿Para qué? Estaba sumamente ansiosa.
Miku - ya sabía que Len tenía planeado todo esto, por eso mismo, si no puedo tenerlo yo, entonces tampoco Rin...que empiece el juego, pequeño Peter Pan.
Rin - después de una larga caminata, y ya con minutos de retraso, llegué a la piscina del hotel, la cual tenía unas sirenas pintadas al fondo de esta, ¡tenía que ser aquí! Pero ya no sabía qué hacer, ¿debía buscar otra carta o algo así? Entonces vi mi moño casi al borde de la piscina, ¡¿qué hace mi moño ahí!? Fui rápidamente por él, me lo coloqué, y justo cuando iba a buscar alguna pista, una nota calló de mi moño. La levanté con una sonrisa y me puse a leer.
Peter Pan se fue a luchar, a luchar en un gran mar, con un pirata sin igual, que no sabía iba a fracasar, pues la lucha comenzó, y Peter Pan ganó, ahora deberías ir a buscar al pirata vencido, y reclamarle lo ganado, recordando que aquel pirata fue un chico de cabello azulado.
¡Kaito! Pensé de inmediato y me heché a correr ansiosa a buscar a tal chico, todo esto era muy divertido y misterioso.
Al llegar por fin con Kaito, quien estaba en el jardín del hotel, me miró con una sonrisa después de saludarme.
Kaito - Alguien me pidió que te diera esto - dijo ofreciéndome otra nota.
La tomé ansiosa mientras le daba las gracias a Kaito, quien se fue con una sonrisa.
No hace falta marear a una persona para encontrar algún tesoro, así que mejor finalizamos ya, ¿te das cuenta? Ahora mismo son aproximadamente las tres de la tarde, así que lo más justo, es vernos a las cuatro, justo donde empezamos.
¿Mi habitación? Iba caminando lentamente para hacer tiempo, pues aún eran las 3:30pm, pero, cuando iba casi a medio camino, vi algo irritante, algo que me hizo darme cuenta, de que todo esto siempre fue obra de alguien más, algo que me hizo darme cuenta de que todo había sido una broma...
Y ese alguien no había sido Len... Entonces una pequeña lágrima se escapó de mi ojo...así como las esperanzas de recibir algo de ese chico...entonces...¿de quién eran las cartas?...
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Ataquen a Len lo que quieran, después veremos quién sufrió más.
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Mi querido mayordomo...*rinxlen*
CasualeEscribí este libro hace 500 años, por favor ten en cuenta que era mi época de cringe. ¿Alguna vez has querido tener un mayordomo que al mismo tiempo sea tu guardaespaldas y tu diario personal más confiable? Pues Rin no. Rin Kobayashi, una chica de 1...