Mi querido mayordomo...*rinxlen*

~9~

Rin - me parece algo ridículo el sentir tanta atracción por un tipo que apenas conozco, es más, ni siquiera lo conozco, jamás habla de él mismo, aunque, eso no debería extrañarme, sólo hace su trabajo.

Estaba sentada en la orilla de mi cama, mirando a la nada pensando en todo, pero, de momento, alguien abrió la puerta, interrumpiendo mi momento de tranquilidad absoluta.

Len - hola - dijo para cerrar la puerta al estar completamente dentro de mi habitación.

Rin - ¿a dónde fue tu formalidad? - pregunté molesta.

Su presencia me parecía incómoda, todo esto parecía una novela juvenil, aunque debo admitir que eso me agradaba un poco.

Len - eso no funciona contigo.

Pero él es demasiado realista...

Rin - no me hables así, imbécil. ¿Es que no lo entiendes? Por primera vez siento atracción por una persona, y justo cuando quería vivir una novela juvenil en carne y hueso, lo arruinas con tu sinceridad.

Len - eres tan petimetre.

Dijo para después hacercarse demasiado a mí, creí que estaba preparada para una novela juvenil, pero sentí mis mejillas entibiarse. Recargó la palma de su mano izquierda en la cama, permitiéndole una postura firme que invadía mi espacio. Esto me agrada. Creí que se aproximaba un beso dramático, pero...

Len - no quiero enamorarme por el momento, menos de una clienta más. No quiero vivir una novela juvenil romántica con más ficción que la novela de frankenstein. Pero sobre todo, no quiero que te ilusiones con tu mayordomo.

Todo lo dijo tan decidido, tan firme...tan hiriente, que sin duda alguna, todo mi cuerpo se paralizó. Len se alejó nuevamente de mí, bajó la mirada por escasos segundos y rompió el pequeño silencio que había quedado.

Len - no diré que siento atracción por ti, porque odio la hipocresía, y el tener una relación con un cliente me metería en graves problemas, no quiero eso. Si de algo te sirve - agregó mientras se dirigía a la puerta - me pareces linda en el fondo, y eso me basta, así que también debería bastarte a ti, porque si no - abrió la puerta - mi presencia no será más que una molestia temporal.

Salió y cerró la puerta sin más. Me quedé con los ojos abiertos a su máxima capacidad, sin duda alguna, me dio a entender algo más claro que el agua purificada - él jamás sentirá algo por mí - pensé. Bueno, para ser sincera, tampoco esperaba que fuese una historia definitiva, sólo lo miraba como una novela muy corta, lo único que me queda hacer, por ende a todo lo sucedido, es soportar su autoridad, aunque, eso no me ayudará con mis verdaderos problemas.

Lila - se lo digo joven Len, usted le agrada, y aunque le haya dicho todo eso, no desaparecerá sus esperanzas.

Len - dijo la adorable señora intentando convencerme mientras le ayudaba a secar los platos, no sin antes haber doblado las mangas de mi saco hasta mis codos.