Hace mucho tiempo existía un pintoresco pueblo escondido entre las montañas. Muchos decían que no solo humanos lo moraban puesto que sin que ellos se dieran cuenta, seres mágicos coexistían con ellos.
Por las noches cuando ya todo estaba en silencio, desde las ventanas de las casas se podía oír el retumbar de las olas del mar con las rocas de un peñasco que se hallaba un poco alejado de allí.
Desde el orfanato de Gadreel una niña observaba el manto estelar una y otra vez como tratando de encontrar una estrella fugaz. Las lágrimas de la pequeña escurrían por sus sonrosadas mejillas hasta dar en una cajita musical de madera que mantenía abierta al pie de su ventana.
Emily se había convertido en una niña muy solitaria desde que sus padres habían muerto cuando apenas tenía cinco años de edad. Aunque no lograba entender muchas cosas de la vida por que no había nadie quien se las explicara, ella escribía y se imaginaba como era ese cálido sentimiento del que todos hablaban, escribía acerca del amor sin acordarse de cómo era sentirlo.
Su corazón tenía muchas heridas, tantas que a veces las personas especulaban que Emily tenía una extraña enfermedad puesto que nunca sonreía ni hablaba. Sus compañeros del orfanato y las encargadas siempre la ignoraban. Incluso, a veces se olvidaban de darle de comer o en las excursiones si lograba tener suerte y subir al camión antes de que la dejaran, solían olvidarla en el lugar que visitaban.
Emily, cada día le perdía mas sentido a la vida pero aun así no se daba por vencida porque en su interior siempre soñaba que algún día todo ese dolor sería recompensado con algo que le haría feliz para toda la vida: con alguien que la quisiera.
ESTÁS LEYENDO
Un deseo a las estrellas
Cerita PendekUna estrella fugaz se deslizó por el manto estelar salpicado de estrellas. Al fin había llegado lo que Emily pedía todos los días antes de dormir: dejar de ser invisible por lo menos para una sola persona y esa persona era Lahatiel. Él, le enseñó...