C A P I T U L O 2

364 14 0
                                    


—¿Le gustaría compartir algo con la clase,
Señorita Heather?—me preguntó la maestra
Abbigail, haciéndome levantar la mirada.

Trataba de contener la risa que estaba a punto de escapar de mis labios.

—¿Nos cuenta el chiste?

—No hay ningún chiste.—respondí como pude.

—Pues no parece.—dijo seriamente.—Con
céntrese en la clase, o tendrá problemas.—y se volvió a voltear para seguir escribiendo en la pizarra.

Saqué mi teléfono disimuladamente, y escribí lo más rápido que pude "Es tu culpa", lo envié
hacia el móvil de Mario y guardé el mío de
nuevo en mi bolso.
Mario me había mandado un mensaje: "Alguien necesita un buen acostón",
cuando lo maestra nos había dicho que
tendríamos un trabajo final que trataría de un
ensayo de 50 hojas. Y ahí fue cuando exploté en risas. Probablemente los demás estén pensando que soy una completa demente. Volteé a ver porque no había obtenido respuesta, pero Mario estaba mirándome. Pero él estaba tenso. Le pregunté con la mirada, era increíble como podría entender algunas veces lo que intentaba
decirle.
Mario señalo con la cabeza el lado izquierdo del salón.
Daniel también me estaba mirando fijamente. Juro haber escuchado un gruñido de parte de Mario.

{...}

—Él es un completo idiota.—dijo Mario mientras me acompañaba hasta mi casillero.

—Solo me estaba mirando, Mario.—dije entre risas.

—Es en la forma que te mira, Bubbles. Te mira
de la misma forma que yo, y...—pasó su mano
por mi cintura, haciendo que mi espalda se
chocara con los casillero metálicos de color
verde.—solo yo puedo mirarte así.

—Eres tan celoso.—sonreí de oreja a oreja.

—Tú eres igual o más celosa que yo. ¿Recuerdas a la azafata del avión?—preguntó burlonamente.

—Ella estaba coqueteando contigo en mi cara.
Incluso después que le dije que eras mi novio.
Ella era una completa perra.

—Okey, chica celosa.—dijo acercando su rostro cada vez más al mío.—Soy solo tuyo, lo sabes ¿no?

—Solo mío.—repetí para asegurarme de eso.

—¡Heather, Bautista! Esto es la escuela, no un
lugar para demostrar su afecto en publico.—nos reprendió el entrenador de futbol.

—Lo siento, entrenador. Ya sabe, a veces no
puedo controlarla.—dijo y lo piñizque en su
abdomen, haciéndolo reír.

—Bautista, te necesito en el campo con todo el
equipo en cinco minutos. Necesito decirles un
comunicado antes del inicio de la temporada.
¡Apúrate!—dijo el entrenador, técnicamente
echándolo de mi lado.

Mario deposito un suave beso en mi mejilla y dijo un "Te veo después, nos saltamos de tema"
y salió corriendo detrás del entrenador. Sabía
que lo iba a ver en pocos minutos, tenía clase
de deporte en unos pocos minutos. Y la idea, no era muy atractiva.

{...}

—Cuatro vueltas alrededor del campo,
mediremos la resistencia de cada uno. ¡Ya!—dijo el profesor Jim, ¿no les parece irónico que los profesores de deporte siempre son un poco rellenos? Ya quisiera ver al profesor Jim, correr esas cuatro vueltas al enorme campo de la escuela.

No compartía mi clase de deporte con nadie
conocido, ya que Gaby estaba en el club de
animadoras, ella no tenía que pasar por esta
tortura. Odiaba completamente el uniforme
deportivo, o también conocido como el
uniforme puti deportivo. Hasta el de las
animadoras tenía mas tela que este. El short
llegaba cubría con las justas mi trasero, y el
polo era de color plomo y un poco apretado.
¿No se supone que las escuelas evitan cosas así?
El nuevo uniforma apestaba. Extrañaba poder
correr con algo con lo que no me vea como una puta. Me coloqué los audífonos de mi ipod, disimuladamente, evitando al profesor. Cuando iba mita de vuelta, busqué con la mirada a Mario.
El equipo de futbol estaba en medio del campo, unido con el de las animadoras, Vi a Gaby, ella también me vio y me saludo con la mano alegremente, a lo que respondí de la misma manera. El entrenado termino de decir su discurso y ambos equipos estallaron en gritos.
Los chicos se daban empujones de animo, y las animadoras estallaban de gritos. Y ahí estaba Mario, con Elena técnicamente encima de él.
Elena no era la capitana de las animadoras, oh no, no había forma de comparar a su capitana,
Katherine, con ella. Katherine era una paloma
blanca, dispuesta ayudar a todo el mundo. Y
Elena...era una puta. Ella simplemente no tenía amigas, solo enemigas. Se había acostado con todos los novios de sus ex amigas. Ella parecía tener algo con los chicos que tenían novia.
Sentí algo en mi estomago, pero no, no eran
celos. Era algo más fuerte que eso, era un
presentimiento.  

Promesas 2da.Temporada #RedDeMentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora