Desesperación = Rutina

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Sean no tardó mucho en irse. Sabíamos que no podíamos quedarnos más tiempo en mi casa ya que Marcos se daría cuenta de que Sean no estaba localizable. Hice los deberes, cosa que me relajó ya que llevaba mucho tiempo sin prestar atención a las clases. Encendí el ordenador de mi habitación. Me pareció muy raro ya que sería la segunda vez que lo encendía desde que vivía allí.

—Liana, voy a salir a la ciudad, ¿te compro algo?

Me giré para mirar a Rafael.

—No gracias, creo que no necesito nada.

—Si cambias de opinión, llámame.

Salió de mi habitación y después oí la puerta cerrarse. Puse algo de música y me levanté de nuevo. Pensé en el funeral, en el tipo de gente que iría. Me asustaba pensar que el asesino podría estar allí, haciéndose pasar por un amigo. También pensé en mi madre, ¿la iría a visitar a la cárcel? ¿Sabría ella algo de mí? Un sonido hizo que desconectara de mis pensamientos. Me acerqué al ordenador y vi que Kevin me envió un correo.

K: Estaría bien que estuvieras más localizable, ¿no crees?

Me sorprendí y le contesté.

L: ¿A qué te refieres?

K: A que me ha costado mucho encontrar la manera de escribirte, he tenido que pedirle a Paul que robara tu ficha de inscripción del despacho del director, allí están todos tus datos. Tu número de teléfono no estaba.

L: ¿Por qué te has empeñado en hacer todo eso? Como tengas problemas...

K: ¿De verdad crees que nos pillarán? Lo tenemos todo bajo control.

L: Si tú lo dices.

K: Por cierto, he hablado con Mike. Se siente mal por haber sido tan duro contigo, está pasando por un mal momento.

L: No estoy enfadada, espero que lo entienda. Por cierto, ¿qué es lo que le pasa?

K: Es un poco privado, no soy de esas personas de cuentan los problemas de los demás. Pregúntaselo a él, estoy seguro de que necesita a alguien con quien hablar.

L: Cuando tenga la oportunidad... Es como un erizo, no deja que nadie se le acerque.

K: Es igual de blando como los demás, pero no quiere sentirse débil y por eso actúa así.

L: Entiendo. ¿Qué harás esta tarde?

K: Es martes así que hay pocas cosas que hacer, supongo que iré a entrenar y más tarde iré a casa de Liam.

L: Suena divertido. ¿A qué te refieres con entrenar? ¿Es que practicas algún deporte?

K: Baloncesto, pero es por obligación de mi padre.

L: Vaya, veo que aquí en Londres los padres son los que deciden siempre.

Tardó en contestar, imaginé que se sintió mal al recordar que yo no sabía que era vivir con mis padres. Finalmente me contestó.

K: ¿Te apetece venir conmigo y con Liam esta tarde? Casi siempre acabamos mirando una película o jugando a la play.

L: Claro, sí, pero no sé donde vive y no tengo a nadie que me pueda llevar.

K: Te recogeremos nosotros a las siete y media, ¿vives en la calle Wingate Close no?

L: Sí, ¿pero tienes coche?

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