Pasó aproximadamente una hora desde que subimos a aquella terraza. Nos pedimos algo para beber para no estar sentados sin nada.
—Oh, mira, es Elena.
Me señaló su teléfono.
—No contestes, espera, sí, pero dile que ya me has llevado a casa.
—¿Sí? ¿Volando? Verá el coche, está aparcado ahí.—Señaló el parking.
Contestó a la llamada y lo puso en manos libres.
—Elena, ¿todo bien?
—Sí, quería saber dónde estabais, nosotros ya nos vamos.
—Hemos decidido dar una vuelta y estamos lejos, ¿hay alguien que te pueda traer a casa?
—Claro, tranquilo, Gael y Lauren me traerán con su coche. Os recomiendo pedir un taxi, ya es tarde...
—Sí, no te preocupes, en media hora más o menos la traigo a casa.
—Muchas gracias Sean, nos vemos.
—Adiós, nos vemos.
Colgó y me miró.
—Te hago demasiados favores.—Habló riendo.
—Lo sé.
Nos quedamos unos segundos en silencio. Después decidí preguntarle algo.
—¿Cómo van las cosas con Marcos? ¿Te amenaza de alguna manera?
—No, desde que ya no trabajo para ti todo va bien.
Asentí con la cabeza y puse una mueca.
—Le hice una promesa, ¿sabes? Le dije que no volvería a verte, a no tener ningún tipo de contacto contigo, con tal de que estuvieras a salvo.
—Lo sé.—Soné un poco fría.
Acabamos de bebernos nuestros refrescos y Sean habló.
—Ahora te tengo que llevar a casa, como en los viejos tiempos.
Pagamos lo que pedimos y bajamos al parking. Nos sentamos en el coche y Sean arrancó. Se me hacía raro, no recordaba el olor de su coche.
—Así que te cae bien Alfred.—Dijo guiándome un ojo.
—Oh Dios, no me hagas imaginar cosas, no todos mis chóferes me atraen.
Se rió y negó con la cabeza.
—Me alegra haber aclarado las cosas.
—¿Qué cosas?—Pregunté sin apartar la mirada de la carretera.
—Nuestras cosas. Pensaba que nos sentiríamos incómodos al estar cerca, pero me alegra poder tenerte como amiga.
No cambié mi expresión para no delatarme. Sentía que habían cambiado mucho las cosas, tanto en general como en él. Parecía diferente, no era cariñoso o algo parecido, era amable pero frío.
—Fue un error y los dos lo sabemos.
Vi que se mordía el labio superior, como si se hiciera callar a él mismo.
En unos minutos llegamos. Me bajé del coche y me acerqué a su ventanilla.
—Ya sabes que si algún día necesitas algo sólo tienes que llamarme.—Dijo desde dentro del coche.
—Gracias.
—Cuidate, intentaré seguir en contacto contigo.
Sonreí y le estreché la mano. Después caminé hacia la puerta y entré en casa.
![](https://img.wattpad.com/cover/59185952-288-k978834.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Herencia
Mystery / ThrillerLos padres de Liana la dejaron en un centro de menores-o internado-a los siete años. Unos meses después de que la chica cumpliera los dieciséis, le llega un mensaje de la policía, que cambia su vida por completo. Por si fuera poco, conoce a una pers...