Fuerzas

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Rubí me despertó abruptamente al día siguiente.

"¡Levántese! ¡Ahora!"

—¿Qué sucede?

"Madamme Rodwell fue a hablar con los Crecens, no creyeron la historia, quieren usarla para el combate, convertirla en una guerrera, señora... ellos no entendieron que usted no era esa chica"

—Espera Rubí, eso no es tan malo.

"Señora, los Crecens son estúpidos, por eso les decimos Crecens, carecen de cualquier tipo de sentido común y son idiotas. Eso de reclutarla sólo significa que no la quieren viva, van a hacer lo que esté en sus manos para eliminarla"

—¡¿Qué?!¡¿Por qué?!

"Seguramente piensan que si usted muere, no hay forma de que pase la profecía, no entienden absolutamente nada"

—¿Quién los nombró reyes?

"Eran los únicos familiares de la antigua reina, bueno... eso dicen ellos"

—¡¿Qué hago?!

"Nos iremos de aquí"

—No tenemos a donde ir Rubí.

"No importa, encontraremos la manera de hacerlo"

Ese día, fui de aquí para allá tratando de encontrar suficientes provisiónes antes de que vinieran a buscarme; comida y armas, pero sabía que lo esencial para sobrevivir, estaba en la casa de Daniel.

—Gloria, ¿Puedes crear un portal?

"Claro"

—De acuerdo, tenemos que irnos.

Luego que haber tomado mi armadura y habérmela puesto, salimos de casa, monté a el dragón junto con Rubí mientras que Shopie, ese unicornio al que nunca encuentro, nos seguía atrás.

Luego de varios kilómetros, estábamos a punto de pasar por en frente de la escuela para jinetes de Dragón.

—¡Esperen!

Volteé y vi a Damir que nos hacía gestos para que paremos.

Luego de pensarlo un segundo, decidí hacerlo.

—¿A donde vas tú?

—No puedo decírtelo...

—Quieres irte de Baj Terra, ¿No es así?

—¡Shhhhh!¡¿Cómo lo sabes?!

—Iré contigo.

—¡¿Qué?!¿Por qué querrías hacerlo?

—No tengo nada porque vivir, un poco de aventura no me vendría mal, a parte odio estar aquí.

Avanzamos más kilómetros e intentamos llegar a el lugar indicado en donde podríamos crear el portal.

"Tiene que ser aquí"

Y otra vez lo vi, todos esos destellos dorados que luego se iban amoldando hasta convertirse en la Av. LookingFord.

—Llegamos.

—¡Mia! ¡No puedes hacer esto sin autorización!

Tras escuchar esa voz tan conocida, me volteo casi instantáneamente, para ver a Ros que me miraba enfurecido.

—Lo siento pero debo irme de aquí.

—No faltará mucho tiempo antes que noten tu ausencia y comiencen a buscarte.

—Ya me habré ido muy lejos.

—Iré.

—¡¿Que?!¡¿A caso todos creen que voy a divertirme a alguna parte?!

—¡Si!¡Quiero ser libre!¡Me cansé de servir a esos imbéciles!

—Así se habla.—Dijo Damir—.

—Gracias Ros, pero ya tenemos que irnos, a la casa de Daniel.

Sin que nadie agregue más nada nos dirigimos a su departamento y subimos, al llegar a la puerta, Gloria la abrió sin problemas. Intenté entrar de la manera más sigilosa posible, pero Daniel estaba casi en frente de la puerta, y me vió.

—Daniel...

—¡¿Mia?!

Estaba destrozado, tenía ojeras y se notaba que no había acudido a una barbería en mucho tiempo.

—Mia...

Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos hinchados.

—Mia, no tenemos tiempo para esto.— me recordó Ros—. Debemos irnos.

—Sólo necesito una cosa, una mochila de supervivencia.

—¿Que?¿Para que la quieres?—preguntó secándose las lágrimas—.

—Sólo la necesito para sobrevivir.

—Quédate aquí, tus amigos también pueden quedarse.

—Debo irme, sólo te pido esa última cosa.

Sin decir más Daniel subió a su habitación y trajo la mochila, sólo en ese momento me paré a mirarlo; lo vi vivo, y mi corazón se llenó de alegría.

—Ten...—intenté tomar la mochila pero la sostenía fuerte—. Pero yo iré contigo.

—Daniel esto es muy peligroso para ti.

—No importa mientras este contigo, ya cometí el error de dejarte sola una vez, no volveré a hacerlo de nuevo. Necesite tu ausencia para comprobar que siempre fuiste lo mas importante.

Al salir del departamento me di cuenta de una cosa, éramos más de los que planeábamos, y eso es tan bueno como malo.

Eternal Fire [Completa/En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora