Eternal Fire [Completa/En Corrección]

A tu lado

Me desperté con la esperanza de que Rian ya estuviera consciente.

—Ay bonito, ¿Cuando despertarás?—le dije mientras lo observaba—.

—"Madamme"

Rubí había estado mirándolo todo el tiempo.

—¿Qué sucede Rubí?

—"Las personas inconscientes viven en un sueño eterno, quién sabe qué este pasando en su cabeza ahora"

—¿Pero como comerá?¿Cómo tomará agua?

—"Debe darle muchos jugos naturales, así le ayudará mucho"

Sin pensarlo dos veces salí en busca de frutas.

—¡Mia!¡¿A dónde vas?!—preguntó Dani—.

—A buscar frutas.

—¿Frutas?¿Puedo acompañarte?

—Si quieres.

Caminamos unos minutos, en ese tiempo encontré unas moras y llené una parte de mi mochila con ellas. Luego paré al encontrar un árbol de naranjas para robarle sus frutos.

—Emm, Mía...

—¿Que?

—Quieres mucho a Rían, ¿No?

—Ya me lo habías preguntado.

—Lo sé, pero creo que no fuiste sincera.

—Le tengo un gran aprecio y le debo mucho, tu también deberías agradecerle, gracias a él tu hermano está en el cielo, lo sacó del infierno.

—No lo sabía.

—Ahora lo sabes.

—Supongo que entonces tienes razón.

—¿Me ayudas llevando estas naranjas?, yo voy a ver si encuentro alguna otra fruta, para variar un poco.

Vi su gesto, sabía que ya no quería hablar con él, me conoce muy bien.

—De acuerdo.

Tras caminar mucho tiempo más del que tenía planeado, encontré algunas otras frutas; Manzanas y ciruelas. La mochila era demasiado pesada, así que me cansé y paré un poco para sacarmele, hacia demasiado calor.

Fue ahí cuando me puse a pensar de verdad.

¿Qué siento por Rían?¿Todo esto es realmente por qué me siento agradecida? Rían me gusta mucho, es muy... hermoso, tiene unos ojos preciosos... Pero no tanto, sus labios... Sus...

—¿Mía?

—¡¿Eh?!¡¿Que?! Ah, Daniel.

¿Y Dani? Viví toda una vida con él, me salvó de la muerte, prácticamente se hizo cargo de mi casi toda mi vida, me dio todo; un hogar, un compañero y una vida aventurera y extraordinaria. Pero no sé lo que siento por él, no se si es un hermano, un amigo, un compañero de vida. Lo miro y veo a alguien que amo con todo mi corazón, pero ¿De qué forma?

—¡Mia!

—Oh, lo siento¿Qué sucede?

—Te preguntaba si querías que te ayude con todo eso, te has alejado mucho Mía, es peligroso.

—No lo es, no para mí.

—Aún así, vamos.

Comencé a caminar junto a Daniel hacia nuestro "campamento" pero me cansé rápidamente.

—Vamos Mía, ¿Eres un ser sobrenatural y no aguantas esto?

—Todo lo contrario, soy un ser muy natural. Observa.

Comencé a girar un brazo generando viento, con el otro levante el pedazo de tierra en donde estábamos parados, y con ayuda del viento, logré hacer una alfombra mágica de tierra.

—Jaja, ¿Te diviertes mucho con estas cosas no?

—No, de hecho no, no tuve tiempo para divertirme.

Cuando llegamos bajé rápidamente a ver a Rían.

—¡Mia espera! Pensé que podíamos andar un poco más en la alfombra de tierra.

—Lo siento, no puedo.

Corrí hacia mi carpa y Rían seguía ahí acostado.

—Rian, aún no has despertado eh. Dime pequeño, ¿Como voy a sacarle el jugo a estas frutas aquí?

—Me gustaría poder controlar toda la naturaleza, no sólo la tierra, pero para eso está nuestra amiga, ¿No es así madre tierra?

...

Al no recibir una respuesta mística de algún tipo, me rendí.

—Creo que le cae mejor Daniel.

Salí de la carpa para pedirle a Daniel un cuchillo o algo que me ayudara.

_Em si, traje de todo.

Fue a su carpa y volvió.

—Aquí tienes un cuchillo y un vaso.

—Gracias.

Volví a mi carpa y me senté junto a Rían.

—No sé si este jugo salvaje será muy rico, pero eso no importa ahora ¿Verdad?

...

Tomé el cuchillo y lo corté por la mitad una naranja, la exprimí y así seguí con las demás.

—Un rico y refrescante jugo de naranja.

...

Tarde al menos veinte minutos en completar el vaso.

—¿Cómo te doy esto?

Intenté tomarlo por la cabeza y la cintura para levantarlo y ponerlo más derecho, pero no tenía de donde sostenerse así que le puse unas almohadas.

—Ahora si, abre la boca.

Me costó un poco abrirle la mandíbula, pero lo logré y derrame el jugo en su boca.

—¿Esta rico verdad?

...

—No sé que voy a hacer, me encantaría que estuvieras despierto. No te preocupes, yo estaré aquí, a tu lado.